La confianza del consumidor ha aumentado en febrero por segundo mes consecutivo, debido principalmente a la mejora experimentada en las expectativas de los consumidores para los próximos seis meses en cuanto a la economía española y al mercado laboral.
Así, con un crecimiento de 2,7 puntos se situó en 73,4 puntos, el valor más alto desde agosto de 2010, según el índice que elabora el Instituto de Crédito Oficial (ICO).
La percepción de los consumidores sobre la situación actual ha mejorado levemente respecto a enero, pero la mejoría es mucho más sustancial si se compara con febrero de 2010. Por su parte, el avance intermensual es mucho mayor en las expectativas, aunque en términos interanuales sigue observándose una caída. En cuanto a las preguntas que conforman el indicador, tanto en la situación actual como en las expectativas las subidas se encuentran en los componentes sobre economía del país y empleo, mientras que las bajadas se observan en las preguntas sobre la economía del hogar, que de todas formas mantienen el nivel más elevado.
Se produce, por lo tanto, una cierta convergencia entre los tres aspectos, que quizá estaban demasiado alejados debido a un exceso de pesimismo en los asuntos más globales (economía y empleo), que no se manifestaba en los más cercanos y conocidos (situación del hogar).
En el actual contexto de subida de la inflación, los consumidores han reducido sus expectativas sobre el incremento de los precios, por lo que puede interpretarse que no esperan que la actual escalada perdure en el tiempo. El incremento, aunque leve, de las expectativas sobre los tipos de interés reflejaría que los consumidores no son ajenos a las presiones alcistas que se vienen observando en el mercado interbancario; en definitiva, se descuenta un cierto endurecimiento de la política monetaria en los próximos doce meses.