El año 2010 se caracterizó por el afianzamiento de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) en el sector del vacuno de carne y por su evolución favorable y sostenida en el mercado, consiguiendo valores de crecimiento del 1,7%, que “se pueden calificar de moderados”, según los responsables de la Indicación.
Jesús González Vázquez, presidente de la IGP, explica que “a pesar de la coyuntura económica actual y de la inestabilidad del sector, el número de ganaderías inscritas en la IGP experimentó un progresivo crecimiento de un 7,2% hasta conseguir las 7.119”.
En cuanto a la evolución de los precios en origen, hace falta destacar su estabilidad e incluso la ligera subida que experimentaron (1,8%) con respecto a años anteriores.
El número de terneros registrados fue de casi 105.000 cabezas. La certificación de carne amparada por la IGP creció hasta conseguir cerca de 75.000 canales y se superaron las 16.000 toneladas de carne comercializada al amparo de la IGP.
El volumen de negocio durante el año 2010, habida cuenta las transacciones comerciales realizadas entre la industria y la distribución, superó los 83 millones de euros.
En materia de control, principal función y responsabilidad de la IGP, imprescindible para ganar la confianza de los consumidores, se realizaron 20.669 inspecciones, 5.430 análisis y 1.985 pruebas de ADN, que permitieron el seguimiento de la trazabilidad de la carne a lo largo de la cadena, desde las explotaciones ganaderas, las industrias y la distribución, hasta los consumidores.