En el año 2010, se produjo una tendencia a la desaparición de empresas fabricantes de alimentación poco competitivas, tendencia que seguirá durante 2011 y 2012. Ante esta situación, se debe mejorar el posicionamiento estratégico de las empresas con fusiones y adquisiciones, ya que las empresas que se han integrado con otras compañías para crecer han mejorado sus resultados un 27% respecto a la media, lo que demuestra las grandes oportunidades en este sentido.
En alimentación, el año 2010 se ha caracterizado por un estancamiento del consumo e incluso un descenso (-2% los hogares y -11% en Horeca). De hecho, el 60% de las empresas fabricantes de alimentación cuentan con una posición débil en el mercado entre la marca líder y marca de distribuidor y esto provocará cambios importantes en el sector, según un estudio realizado por Improven.
Ante este escenario, “el gran objetivo de los fabricantes de alimentación de marca líder debe ser ganar tamaño que les permita posicionar su marca, invertir en I+D y generar economías de escala”, comenta Alfredo Bru, socio director de Improven y responsable del estudio.
Pero conseguir incrementar el tamaño es difícil en la actualidad por la coyuntura económica, el incremento de marca de distribuidor, la elevada competencia y una tendencia a la reducción de surtido en la gran distribución. Ante esta situación, “se puede mejorar el posicionamiento estratégico de las empresas con fusiones y adquisiciones”, comenta Bru.
“En la mayoría de las categorías, existen dos o tres grandes jugadores que dominan las ventas del sector y que suelen ser los fabricantes de las marcas líderes y los líderes en marca de distribuidor”, explica el responsable del estudio. De hecho, en un 80% de los sectores analizados, el 60% de la facturación está concentrada en un máximo de seis empresas. “Por ello, el reducido tamaño del resto de las empresas reduce su competitividad y deben tomar decisiones estratégicas para asegurar su viabilidad y resultados futuros”, añade Bru.
En cuanto a la internalización, el estudio también demuestra la importancia de ser una empresa global pues la tasa de crecimiento de estas empresas es un 41% mayor de las que no lo son. Sin embargo, también señala que llevarlo a la práctica es difícil ya que el 61% de las empresas medianas estudiadas han fracasado en su «aventura internacional». El estudio concluye que las claves del éxito en el proceso de internacionalización son: modelo de negocio validado, asignación de personas clave, estructura organizativa preparada, modelo de negocio exportable, conocimiento del cliente internacional, asignación de recursos económicos y cambio cultural.