La Consejería de Agricultura y Pesca ha iniciado la tramitación de la nueva Indicación Geográfica Protegida (IGP) “Aceite de Jaén”, claro reconocimiento a la excelencia y calidad de la producción oleícola de esta provincia, tras la publicación hoy en el Boletín Oficial de la Junta (BOJA) de su dictamen favorable a la solicitud de inscripción de este distintivo de calidad en el registro comunitario.
La tramitación ante las autoridades comunitarias se realizará a través del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino.
La IGP ‘Aceite de Jaén’ aglutinará bajo una misma denominación a todos los aceites producidos en esta provincia, poniendo en valor en los mercados comunitarios su procedencia y reconocida calidad. Con esa finalidad, la Consejería ha hecho también público el pliego de condiciones que establece los parámetros necesarios para garantizar la calidad diferencial de estos aceites y su vinculación con el territorio amparado bajo esta denominación de calidad.
El producto amparado por la Indicación Geográfica Protegida cuyo registro se solicita es el aceite de oliva virgen extra obtenido de las variedades con mayor grado de representación en el territorio de referencia, que abarca toda la provincia jienense (97 municipios en total). La variedad principal de todas ellas es la Picual -con un 85% del aceite producido en el área geográfica protegida por esta figura de calidad-, pudiendo aparecer como variedades secundarias la Arbequina, Picudo, Manzanillo de Jaén, Hojiblanca, Royal y Carrasqueño de Alcaudete.
La variedad Picual, dominante en los aceites de esta IGP, es la que determina sus principales características, como son un alto contenido en ácido oleico y bajo contenido en ácido linoleico y palmítico. Estos rasgos los convierten en aceites ricos en antioxidantes naturales y compuestos fenólicos que le confieren unos caracteres sensoriales de gran personalidad, como es su marcado sabor amargo y picante. Desde el punto de vista organoléptico, estos aceites presentan un frutado de medio a intenso, y otros atributos positivos, como el amargo y el picante, de intensidad media-alta.
Para probar que el producto es originario de la zona y que cumple con los requisitos establecidos en el pliego de condiciones de la IGP ‘Aceite de Jaén’, las distintas empresas elaboradoras, envasadoras y comercializadoras deberán contar con un sistema de trazabilidad que garantice que el origen, la elaboración y las condiciones del aceite corresponden a la provincia de Jaén.
Los operadores deben disponer de una serie de registros que abarcan desde la recepción de la materia prima hasta la expedición del producto final, garantizando su trazabilidad en cada una de las etapas de producción y comercialización. Así, en el registro de recepción de materias primas se recogen una serie de datos, como identificación de proveedores de aceitunas, variedad, peso referencias catastrales y término municipal, para acreditar que las aceitunas proceden de olivares situados en la zona de producción y de las variedades autorizadas. En el registro de elaboración quedará constancia de la correlación entre las entradas de aceitunas y el aceite obtenido, cantidades y fecha de elaboración para saber su procedencia exacta. Por lo que respecta al registro de expedición recoge las unidades de producto aptas para ser comercializadas bajo el amparo de la IGP e identificadas con el número de lote de fabricación, la serie de contraetiquetas utilizadas, la fecha de expedición, cantidad y destino del producto.