El consumo de alimentos ecológicos en Galicia es aún incipiente. En 2010 tan sólo un 13,7% de los gallegos son consumidores habituales de productos ecológicos. Por el contrario, este porcentaje se eleva hasta un 31% en Cataluña o hasta un 46% en Francia.
La intensidad del consumo también es menor en Galicia. Un 2,2% del total de los consumidores gallegos toman a diario algún alimento ecológico, frente al 2,6% de Cataluña o el 9% de Francia, según el Primer Barómetro de Percepción y Consumo de Alimentos Ecológicos en Galicia, elaborado por el Centro Tecnológico Agroalimentario de Lugo (CETAL) y el Consejo Regulador de Agricultura Ecológica de Galicia.
Además, en Galicia el término “ecológico” no está suficientemente asociado a una imagen positiva de los alimentos. Palabras como “casero” o “del país”, son más asociados por el consumidor a un modelo de producción natural. Estos vocablos son reconocidos como positivos por el doble de consumidores, hasta un 27%, que los que atribuyen esta calificación al término “ecológico”, un 14%.
En este punto, desde el CETAL añaden que los motivos que retraen el consumo de alimentos ecológicos es que el 50% de los consumidores motivan su decisión de rechazarlos por el hecho de disponer directa o indirectamente (familia, vecinos, amigos) de huerta para su auto abastecimiento, una característica específica en Galicia. Sin embargo, este porcentaje desciende al 5% en Cataluña.
Además, el informe refleja que los valores asociados a un alimento con mayor proyección positiva para el consumidor gallego son los relacionados con la salud. Para el 25% la calificación más positiva de un alimento es que sea “sano” y para el 24% que sea “natural”. La relación entre alimento ecológico y salud es aún muy débil en Galicia. Sólo un 7% de los consumidores gallegos que conocen los alimentos ecológicos los definen espontáneamente como “alimentos sanos”. Además la motivación fundamental para consumir alimentos ecológicos habitualmente es la salud. Un 48% dice que lo hace por razones de salud, y un 27% porque son naturales. Tan sólo un 14% sitúan cómo primera o segunda razón las motivaciones medio ambientales.
Otro de los aspectos encontrados como flaqueza en la venta de los ecológicos fue el precio. El precio retrae el consumo hasta en un 43% de los consumidores y frena el incremento de consumo por parte de los que ya los compran en un 37% de los casos. La dificultad para encontrarlos en los lugares de compra habituales es la motivación básica para el 24% de los consumidores del primer grupo y el 29% de los del segundo grupo. Es necesario equilibrar valor y precio para incrementar el consumo de alimentos ecológicos.