La situación económica ha empeorado en el último año para casi la mitad de los hogares españoles y un tercio de la población mira con incertidumbre el porvenir más inmediato, según un estudio realizado por la revista Eroski Consumer.
La cesta de la compra de los españoles se está modificando por causa de la crisis. El estudio, realizado a través de una amplia encuesta a más de 5.000 personas responsables de las compras cotidianas en sus hogares de toda España, arroja interesantes conclusiones sobre cómo la coyuntura económica actual es percibida por los consumidores y sobre cómo afecta a sus hábitos de compra.
Aunque más de la mitad de los encuestados (el 54%) estiman que su situación se mantiene estable respecto a la del año pasado, cuatro de cada diez (el 42%) juzgan que están peor. Tan sólo un exiguo porcentaje (el 4%) han mejorado. Las diferencias por territorios son también reseñables.
Los menos pesimistas son los navarros (el 32% creen que han ido a peor) y la sensación de empeoramiento más acuciada la sienten los murcianos: su Comunidad es la única en la que quienes opinan que han ido a peor son más del 50%). Sobre el futuro más inmediato planea una gran incertidumbre: nada menos que uno de cada tres encuestados no se atreve a pronunciarse sobre cómo le van a ir las cosas el año próximo. Quienes creen que las cosas irán a mejor apenas suman el 8%. Canarios, andaluces, baleares y madrileños son, por este orden, las comunidades que encaran el 2011 de manera más optimista.
El estudio revela también cómo valoran los españoles su situación económica. El 44% llega a fin de mes sin conseguir ahorrar prácticamente nada (el dato peor lo manifiestan baleares, canarios y andaluces: dos de cada tres hogares están en esta situación). Algunos, incluso, tienen que tirar de ahorros, o de ayudas de familiares o préstamos (el 13% en España, aunque los hogares andaluces, manchegos, murcianos y los de ambos archipiélagos son los que superan la media). No todas las noticias son, sin embargo, negativas: el 40% de los encuestados afirman que consiguen meter algo en la hucha (aunque sea poco) todos los meses, y el 5% de los encuestados tiene la suerte de poder ahorrar bastante. Curiosamente, los murcianos presentan la situación más polarizada: son de los que más pueden ahorrar y los que más difícil lo tienen a fin de mes.
El estudio muestra que, ante la necesidad de ajustar el gasto, los hogares españoles están apostando por un cambio en la composición de su compra, prefiriendo las marcas blancas, los productos que los distribuidores comercializan con su propio nombre. Nada menos que el 77% de los hogares encuestados afirman que el peso de estos productos en su compra habitual es considerable o muy mayoritario (y ninguna comunidad autónoma baja del 50%). Y el 44% ha percibido cómo, desde el comienzo de la crisis, el peso de las marcas propias en su despensa se ha incrementado. A más crisis, más marca propia: esa podría ser una lectura de los datos proporcionados por los miles de consumidores encuestados.