Ubicada en una hermosa finca de la dehesa zamorana, Dehesa de Cadozos comenzó su proyecto vitivinícola en 1999 plantando 8 hectáreas de viñas con dos únicas variedades: la autóctona Tinta Fina y la foránea Pinot Noir, con la confianza de que ambas uvas iban a congeniar bien en ese entorno.
Estos años de trabajo e investigación con ambas variedades de uva han confirmado las sospechas iniciales, pues la Pinot Noir se ha adaptado perfectamente a las condiciones de suelo y altitud de la dehesa, y además ha demostrado tener gran sinergia con la Tinta Fina.
El resultado, unos vinos potentes, carnosos, pero también muy afrutados y elegantes. Tanto, que en muy poco tiempo han ido escalando puestos y Cadozos 2005 llegó hasta la clase Business de los vuelos de Iberia, y se puede encontrar en las tiendas gourmet de El Corte Inglés, mientras Sayago (830) está presente en los supermercados de esta importante cadena.
La bodega se ubica en una antigua abadía, San Juan de Becerril, del siglo XV, rehabilitada para acoger entre sus muros de piedra el delicado cuidado del vino. Está dentro de la misma dehesa y muy próxima al viñedo, situado a 830 metros sobre el nivel del mar y en un suelo franco-arenoso, de granito descompuesto, que le confiere al vino unas características únicas.
El viñedo cuenta con 12.000 cepas de Tinta Fina y 4.000 de Pinot Noir, que son trabajadas a mano, desde la poda de invierno, hasta la poda en verde, el aclareo de racimos, y la vendimia, que se realiza en cajas de 15 kilos máximo y seleccionando cuidadosamente los racimos. Las viñas han sido conducidas en espaldera alta para aprovechar todos los rayos del sol y son regadas con goteo para mantener el estrés hídrico preciso para obtener calidad. Son
abonadas además con el estiércol de las vacas de la dehesa, siguiendo una filosofía absolutamente ecológica.
La uva seleccionada se fermenta en pequeños depósitos troncónicos de acero inoxidable refrigerados por doble camisa para controlar la temperatura de fermentación y trabajar correctamente el sombrero en los desletajes y bazuqueos. Un trabajo artesanal dirigido por el enólogo chileno Alvin Miranda con el objetivo de sacar la expresión de todo lo que el terruño entrega a las uvas. Finalmente, el vino reposa en barricas de roble francés de los mejores toneleros entre 7 (Sayago) y 13 meses (Cadozos). Allí realiza la fermentación maloláctica y termina su cuidadosa crianza sobre finas lías y batonaje.
Dehesa de Cadozos produce un total de 25.000 botellas, 3.000 de Cadozos y el resto de Sayago (830). Son vinos de la Tierra de Castilla y León y han obtenido ya numerosas medallas y reconocimientos en diversos concursos, así como en las guías de críticos especializados. La bodega completa el interesante proyecto agropecuario que Dehesa de Cadozos desarrolla en su finca, originariamente dedicada a la cría de ganado vacuno, concretamente la raza avileña y a la cinegética, trabajando siempre con un objetivo ecológico y de cuidado del entorno. La dehesa es un bello paisaje natural, con pastos entre bosques de encinas y robles, donde conviven vacas, cigüeñas, buitres y ciervos. Cadozo es una de las denominaciones que reciben aquellos lugares donde se recoge o rremolina el agua, y estos remansos están presentes en toda la finca.