Los fuertes vientos que han azotado amplias franjas de la Comunidad Valenciana durante los últimos días han causado desperfectos de consideración en el 30% del cultivo del caqui.
El “rameado” –los golpes y cortes que sufre el fruto por el movimiento de las ramas agitadas por el vendaval y que deja los frutos afectados inservibles para su comercialización-, ha sido el efecto negativo más destacable que ha causado el viento sobre el cultivo.
Con todo, la fuerza del aire también ha derribado fruta de los árboles, si bien el nivel de incidencia en este caso ha sido bastante inferior al del deterioro provocado por el “rameado”.
De acuerdo con las primeras estimaciones efectuadas por los servicios técnicos de AVA-ASAJA alrededor del 15% de la cosecha pendiente de recolección podría haber acabado en el suelo, si bien en determinadas parcelas el volumen de frutos caídos puede dispararse hasta el 60%. Las zonas que se han visto afectadas en mayor grado se encuentran ubicadas en la parte septentrional de la Ribera Alta, mientras que los daños revisten carácter más desigual en los términos municipales de Benifaió, Alberic y Massalaves.