Desde poco más de 30 euros hasta 117 euros, Carmen & Lola lanza las cestas de productos especiales para estudiantes, expatriados y extranjeros amantes de la gastronomía española en Europa.
Además, aprovechando su éxito en las redes sociales, realizan un concurso en su página de fans de Facebook dirigido a estudiantes españoles por el mundo. El concurso está destinado a universitarios que están o se van al extranjero. Durante todo el mes de noviembre podrán publicar sus comentarios en su muro diciendo lo que más echan de menos gastronómicamente hablando estando lejos de España. El comentario más votado por sus seguidores será el ganador. El 1 de diciembre sabremos qué comentario ha tenido más votos y por tanto, ha ganado el concurso. El regalo para el ganador será un lote “españoles por el mundo” por valor de más de 100 euros. El premio se lo remitirán a principios de diciembre al país donde esté estudiando.
La dieta mediterránea, considerada como la más equilibrada del mundo, exporta a través de Carmen & Lola el disfrute sin prisas de algo tan español como las tapas, la degustación de los mejores vinos españoles para redescubrir el placer de la cocina mediterránea o los alimentos básicos que no faltan en nuestras cocinas. Para ello, Carmen & Lola selecciona los mejores productos del mar y de la tierra para llevárselos a la mesa en cualquier rincón del mundo.
La historia de Carmen & Lola es la historia de una de tantas familias españolas: la historia de dos mujeres que vivieron una época en la que la vida giraba alrededor de la cocina y si no eras hombre tenías pocas probabilidades de salir de ella. Pero a pesar de aquella España en blanco y negro, ellas supieron llenar de color la vida de quienes tenían a su lado. Dos mujeres que no tenían mucho en común (una era del norte, otra del sur) excepto su amor por la buena mesa. “Carmen & Lola” es un homenaje al pasado de plena actualidad. Carmen era mujer de mar, con ella aprendimos a embotar el bonito cada temporada o a disfrutar de un buen vaso de vino mientras en el horno se asaba lentamente un pescado recién llegado de la lonja.
Lola tenía su propia huerta, tal vez por eso apreciaba tanto el sabor de un buen tomate o unos pimientos rojos. Sólo el que trabaja el campo con sus manos conoce el valor real de lo que nos llevamos a la boca. Preparaba una mermelada de cebolla deliciosa, siempre en cantidades enormes, “no sé hacerla para menos de 20”, decía, limpiándose las manos en su mandil.
De ellas heredamos lo mejor de la tradición culinaria española y siempre que nos visita algún amigo extranjero nos pide que hagamos uno de aquellos deliciosos platos de la abuela Carmen o de la abuela Lola. Pero a partir de ahora, no hará falta venir a nuestro país para disfrutar de la esencia de la mejor cocina mediterránea, porque gracias a “Carmen & Lola”, su mesa se llenará de colores y sabores.