Como dice el dicho popular, a nadie le amarga un dulce. Y debe ser cierto porque a pesar de la difícil coyuntura económica que atraviesa el país, el consumo de dulces en España ha aumentado un 1,2% en 2009, hasta facturar 1.385,9 millones de euros el año pasado.
El sector del dulce español ha demostrado una gran fortaleza en una difícil coyuntura económica ya que ha aumentado su facturación en un 1,2% en 2009. De hecho, el año pasado se consumieron en el conjunto del país 107.107 toneladas de productos de confitería, por un valor de 1.385,9 millones de euros, de acuerdo a los datos de la tercera edición del Anuario de Confitería, que elabora anualmente Cadbury España.
Así, las ventas globales de confitería en España mantuvieron su tendencia ascendente en valor durante el último año, con un mejor comportamiento en el segmento de los caramelos, ya que han crecido un 2,7%, hasta situarse en 307,1 millones de euros.
Además, han registrado un aumento de la comercialización en volumen del 5%, hasta las 29.759 toneladas. Hay que destacar el buen comportamiento de los caramelos de gelatina, que aumentan las ventas en un 15,9% sobre 2008.
No obstante, la categoría más importante del sector es la de chocolates, con una facturación de 735,9 millones de euros y un crecimiento del 0,1% en valor. Las ventas en volumen fueron de 67.355 toneladas.
En cuanto a los chicles, los datos del anuario revelan un crecimiento del 2% sobre el ejercicio anterior, hasta alcanzar los 342 millones de euros. En volumen, el sector ha comercializado un total de 9.992 toneladas.
Así, el 53% del sector de la confitería corresponde al chocolate (tabletas, bombones y helados), el 25% a los chicles (adulto e infantil) y el 22% a los caramelos (duros, masticables, gomas, marshmallows y comprimidos), según el estudio elaborado por Cadbury.
Cada español destina 45,6 euros anuales a chocolates, chicles y caramelos, importe que ha venido aumentando en 1,5 euros cada año desde 2004, salvo en 2009 que, en plena recesión económica, ha aumentado en 0,4 euros. Así pues, el consumo de confitería en nuestro país se sitúa todavía muy por debajo de la media de los consumidores europeos, que destinan 89 euros anuales por persona.
Por sectores, los españoles gastan 21,3 euros en chocolate, muy por debajo de la media europea que se establece en 56,5 euros por habitante y año.
El gasto per cápita en chicles en España se cifra en 7 euros, mientras que en Europa es de 9,2 euros por persona. En los caramelos, este gasto se sitúa en 17,3 euros, frente a los 23,3 euros de la media europea.