La campaña de remolacha que ahora comienza está marcada por las lluvias de la última primavera, ya que las precipitaciones propiciaron unas malas condiciones de siembra, retrasándolas en unos casos e incluso impidiendo realizar las labores, en otros.
De esta forma se empieza a recolectar un cultivo que tiene un retraso de unos 40 días respecto a un año que se considera normal. Unos condicionantes que repercutirán en una disminución de la producción, el peso y la riqueza de la raíz, según las estimaciones de ASAJA Palencia para la provincia.
La organización agraria calcula que en la provincia de Palencia se han sembrado algo más de 3.400 hectáreas de remolacha, un 5% menos que la campaña pasada, debido a esas mismas lluvias.
Hay que tener en cuenta que si ayer abrió sus puertas a la recepción de remolacha la fábrica de Acor en Olmedo, hoy lo harán otras dos de Ebro: la burgalesa de Miranda y la zamorana de Toro. La cuarta factoría pendiente de iniciar su actividad, la leonesa de La Bañeza, también perteneciente a Ebro, lo hará el 9 o el 10 de noviembre, siempre que las lluvias no impidan la recolección de la remolacha y por tanto la entrega en fábrica.
Como novedad, en esta campaña las fábricas van a recibir remolacha los siete días de la semana, es decir, que los domingos mantendrán su actividad.
Palencia es la tercera provincia de Castilla y León en superficie sembrada de remolacha, y representa un 11% del total de la región. Los cultivadores de la provincia realizan sus entregas en las cuatro fábricas de la región.