El sector de la Alimentación se sitúa como el cuarto menos exigente en materia de idiomas en sus ofertas de trabajo, tan sólo por detrás del Comercio, la Construcción y la Distribución, según un estudio de Adecco e Infoempleo .
Tanto el sector de la alimentación como el de comercio han perdido peso respecto al periodo anterior en cuanto a la demanda de idiomas requeridos, concretamente el primero ha pasado de contar con un 31,19% de ofertas que requerían idiomas al 28,57% actual, mientras que las ofertas con idiomas en el comercio representan en la actualidad el 13,04% frente al 14,57% de hace un año.
Pero, sin duda, el que se ha visto más perjudicado ha sido el de distribución mayorista. Este sector ha reducido su porcentaje de ofertas que especifican idiomas en más de tres puntos porcentuales, hasta alcanzar el 23,6% actual.
El sector de la Alimentación se encontraría por debajo de la media, habiendo experimentado además un decrecimiento de 2,62 puntos porcentuales en un año, cuando representaba el 31,19%.
En el sector de la Alimentación, un 89,09% de las ofertas que demandan idiomas exige el conocimiento del inglés, el 10,07% del francés, el 0,36% del italiano, el 0,20 del alemnán y el 0,18% del portugués.
La creciente globalización de los mercados también se ha visto reflejada, aunque mínimamente, en la Alimentación, en la aparición de la demanda de otras lenguas menos tradicionales, como el chino, el árabe, el polaco, el checo o el japonés, que junto con las lenguas autonómicas, son solicitadas en el 0,10% de la oferta.
En el ámbito de la Alimentación la lengua autonómica más demandado es el catalán, que supone un 76,19% de las ofertas que exigen idiomas autonómicos, seguido del euskera (14,29%), el valenciano (9,29%) y el gallego (0,23%).
La progresiva globalización de los negocios, junto a la creciente circulación migratoria de trabajadores entre diferentes países, ha hecho que las compañías se decanten cada vez más por contar con equipos multiculturales. Una tendencia que está contribuyendo a aumentar la demanda de idiomas en el conjunto de la oferta de empleo.