La Comisión Europea propone un paquete de medidas para potenciar la protección del consumidor y la confianza en los servicios financieros. Como parte de su labor destinada a crear un sistema financiero más seguro y sano, evitar una futura crisis y restablecer la confianza del consumidor, la Comisión ha propuesto una serie de modificaciones de normas europeas ya existentes con el fin de mejorar la protección de los titulares de cuentas bancarias y de los pequeños inversores.
La Comisión ha iniciado, además, una consulta pública sobre las posibilidades de mejora de la protección de los titulares de pólizas de seguros, incluida la posibilidad de establecer sistemas de garantía de seguros en todos los Estados miembros. En el caso de los titulares de cuentas bancarias, las medidas adoptadas hoy significan que, en caso de quiebra de su banco, dichos titulares recuperarían más rápidamente su dinero (en un plazo de siete días), se beneficiarían de una mayor cobertura (hasta 100 000 euros) y estarían mejor informados de cómo y cuándo están protegidos. En el caso de los inversores que recurren a servicios de inversión, la Comisión propone una indemnización más rápida si una empresa de inversión no restituye los activos de los inversores por fraude, mala gestión administrativa u errores operativos; por otro lado, el nivel de indemnización aumentará de 20 000 a 50 000 euros. Los inversores estarán también mejor informados de cuándo se les aplica el sistema de indemnización y mejor protegidos contra malversaciones fraudulentas si sus activos están en poder de terceros, como en el reciente asunto Madoff. Las propuestas, que se ajustan plenamente a los compromisos suscritos por la Unión Europea en el G-20, van a someterse a la consideración del Parlamento Europeo y del Consejo de Ministros.
En palabras de Michel Barnier, Comisario de Mercado Interior y Servicios: «La adopción hoy de este paquete de medidas constituye el intento más reciente de la Comisión de introducir transparencia y responsabilidad en el sistema financiero europeo, con el fin de prevenir y gestionar futuras crisis. Los consumidores europeos se merecen algo mejor. Necesitan asegurarse de que sus ahorros, inversiones o pólizas de seguros están protegidos en cualquier lugar de Europa. Para que esto se haga realidad, desde aquí hago un llamamiento al Parlamento Europeo y al Consejo para que avancen con celeridad hacia la aprobación de este conjunto de medidas».