El descenso en el índice de Confianza de España hasta los 69 puntos sitúa a España en la parte baja de la Unión Europea, superando sólo los 68 puntos de Irlanda, 65 de Hungría y 63 de Francia. Así, mientras la media mundial asciende ligeramente, en España desciende a su mínimo desde 1995.
La evolución más positiva en el último trimestre en Europa se produce en Alemania, con el mencionado incremento de siete puntos, hasta un índice de 81 puntos; además de Suiza y Dinamarca, en los que aumenta cinco puntos, según un estudio de la consultora Nielsen.
Las opiniones de los consumidores españoles son bastante negativas: Sólo el 23% de los participantes en el estudio opina que sus perspectivas laborales para los próximos 12 meses son excelentes o muy buenas, siete puntos menos que en el primer trimestre del año; frente al 41% que cree que no son tan buenas, y un 31% que las considera malas. Han pasado a ser peores que la media europea, donde un 26% piensa tener buenas perspectivas laborales, por el 49% que no las ve tan buenas, y un 21% que las considera malas.
Respecto a su situación económica personal, el 38% de los españoles participantes en el estudio la define como buena o excelente; para el 44% es no tan buena, y el 14% la considera mala.
Así, sólo un 21% de los españoles participantes en el estudio piensa que es un buen momento para comprar cosas una vez realizados los gastos imprescindibles; por el 49% que cree que no es tan buen momento, y un 28% que opina que es malo.
Cubiertos esos gastos imprescindibles, un 46% de los españoles destinaría el dinero sobrante a ahorrar, y un 30% a pagar deudas y gastos de las tarjetas de crédito, en ambos casos porcentajes ligeramente superiores a hace tres meses, e indicativos de que la intención de tomar medidas ante la crisis sigue siendo prioritaria. Según el estudio de Nielsen, España es el segundo país europeo con mayor tendencia al ahorro, sólo superado por Holanda, donde el 51% de los encuestados dice destinar ese dinero “sobrante” a ahorrar.
Un 31% de los consumidores españoles consultados destinaría ese dinero que queda una vez cubiertas las necesidades imprescindibles al ocio fuera del hogar, y un 36% lo gastaría en vacaciones, que aumenta cinco puntos debido a la proximidad de los meses veraniegos. Un 23% gastaría en ropa, el 21% en objetos de decoración y cosas para el hogar, y el 12% en productos de nuevas tecnologías. El 14% dice no quedarle nada de dinero una vez cubiertas sus necesidades básicas, tres puntos más que en el trimestre anterior; y el 7% lo invertirían en fondos de pensiones o de inversión.