La Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) alerta sobre los efectos negativos que provocará la inminente subida de IVA en la industria de espirituosos. Las empresas representadas en FEBE consideran que la medida agrava la fuerte presión fiscal a la que están sometidas y ven con preocupación cómo un régimen impositivo cada vez más desfavorable puede convertir en endémica la crisis sectorial que atraviesan.
Una crisis que se remonta al 2003, año en el que el consumo de destilados comenzó a registrar descensos continuados. Si hasta el comienzo de la recesión las caídas se situaron entre el 3% y el 4%, éstas se dispararon en 2008 alcanzando el 11,2% y el 12% en 2009. Entre las causas que explican la negativa evolución de los últimos siete años, FEBE apunta a la fuerte carga fiscal que soportan las bebidas espirituosas.
Bajo esta perspectiva, la subida del IVA en dos puntos a partir del 1 de julio supone un nuevo obstáculo para el sector. La aplicación del 18% frente al tipo actual del 16% retrasará la recuperación e incidirá en el consumo.
Es previsible que la subida del IVA contribuya decisivamente a la caída del 10% de las ventas que FEBE prevé para 2010. Y es que, “el incremento afectará con especial intensidad a la hostelería y la restauración, principales canales de distribución de las empresas asociadas que concentran el 70% de las ventas” apunta Jaime Gil-Robles, director ejecutivo de FEBE.
Por otra parte, añade Gil-Robles, “la medida viene a ahondar en la tradicional discriminación fiscal que sufrimos en España. A la fuerte presión que padecemos por impuestos especiales se suma ahora esta subida en dos puntos del IVA. Si la oposición a la medida es generalizada en todos los sectores, aún se justifica más en el caso de las bebidas espirituosas. No en vano el desarrollo de nuestra actividad está fuertemente condicionado por una presión fiscal desmedida”. “Lo que necesitamos”, añade Gil-Robles “es justamente lo contrario, una bajada de impuestos que evite que nuestra crisis sectorial pase a ser endémica y estimule el inicio de la recuperación”.
Sobre los costes sociales del incremento del IVA, las previsiones tampoco son halagüeñas. En la actualidad, las bebidas espirituosas sostienen cerca de 205.000 puestos de trabajo, entre los directamente imputables a la industria (10.000) y los vinculados dentro de la hostelería, la restauración y el ocio nocturno, entre otros subsectores. Todos ellos sufrieron un acusado ajuste en cuanto a puestos de trabajo a lo largo de 2009. Según estimaciones de FEBE, la subida de IVA puede provocar un recorte adicional de unos 22.400 empleos.