Se venía denunciando que tanto el Presidente de la Confederación Española de Comercio como su Secretario General estaban negociando un Acuerdo Laboral de ámbito Estatal del Sector Comercio, cuestión en sí que podría ser positiva o negativa. Pero cuando vimos los textos, pusimos el grito en el cielo, nos encontramos con la imagen de Saturno devorando a sus hijos. Quienes presuntamente deberían defender los intereses del comercio español, no sabemos si por ignorancia, prepotencia o desconocimiento o por qué otro motivo, iban a asumir el papel que les tocaba hacer a los sindicatos e iban a asestar una puñalada trapera o una estocada con mandoble toledano a todo el comercio español.
Avisarles de que no podían firmar, se les avisó. Nos consta que la misma Junta Directiva de la Confederación les advirtió de que eso no se podía ratificar, que el texto que saliese finalmente debería ser aprobado previamente por dicha Junta Directiva. Mientras tanto, se hizo circular un informe jurídico en el que de forma contundente se argumentaba el por qué no se podía llegar a esos acuerdos en materia de clasificación profesional, régimen sancionador, jornada, subrogación, en definitiva, en todos los aspectos que regula este lamentable acuerdo laboral que, a corto plazo, por los costes y rigidez que genera, pone en peligro miles de nuestras empresas y, por ende, decenas de miles de puestos de trabajo.
Si puede ser grave que estos señores presuntamente hayan firmado sin el consentimiento de su Junta Directiva, presuntamente parece ser más grave todavía el engaño que éstos han realizado. Al parecer, los precitados señores en sendas Juntas Directivas e incluso el día antes de su publicación por parte de los sindicatos, mantuvieron públicamente que ellos no habían firmado ningún acuerdo.
Independientemente de las decisiones que con estos señores deba tomar la Confederación Española de Comercio, que entendemos no debe ser otra que cesarlos, las organizaciones que la integran deberían tomar las medidas necesarias para que este acuerdo firmado sin ninguna legitimidad ni legitimación adquiera vigor.
Por otra parte, ya queda claro por qué los sindicatos habían bloqueado gran parte de los Convenios de ámbito sectorial durante más de un año, estaban esperando a la firma de Acuerdo Laboral.
Desde luego, a partir de este momento se avecinan malos tiempos para la negociación colectiva ya que al igual que los sindicatos no han querido negociar hasta que se firmase este acuerdo laboral, las organizaciones empresariales no van a querer negociar hasta que se resuelva la impugnación de ese lamentable acuerdo.
Desde FENADA, por bien del País, del Comercio y del empleo que este genera, pedimos a Comisiones Obreras y a la Unión General de Trabajadores que no intenten hacer valer ese ilegítimo instrumento.
José Luis Molina Herrero, presidente de FENADA (Federación nacional de asociaciones detallistas de alimentación).