La cadena de distribución Lidl ha congelado los precios de todo su surtido y se compromete a mantener estos precios “indefinidamente” para no repercutir el incremento del IVA a sus clientes, ha asegurado Michael Aranda, director general de Lidl Supermercados.
“En una coyuntura difícil como la actual, Lidl lanza una campaña que es una clara y decidida apuesta por estar al lado del consumidor”, afirma Aranda. Así, bajo el lema “Stop IVA”, la cadena congela los precios de todo su surtido excepto el de la fruta y verdura fresca “donde la fluctuación de precios depende de factores externos a la compañía”, explican desde el grupo.
Con esta medida, Lidl ahorrará a las familias clientes hasta 137 euros al año, además de los 2.000 euros anuales de ahorro que ya supone realizar la compra en estos establecimientos. De este modo, Lidl “inyectará a las economías familiares más de dos millones de euros al mes”, explica el director general.
La campaña estará certificada ante notario ya que desde el pasado 1 de junio, 16 notarios de toda España han seleccionado 100 productos al azar para comprobar que Lidl mantiene el precio de todo el surtido fijo. En próximos meses, los mismos notarios repetirán la operación en las mismas tiendas.
La compañía de distribución, que cuenta con 500 tiendas en España, asegura que puede ajustar sus márgenes sin renunciar a la calidad gracias a su modelo de negocio basado en la funcionalidad y la máxima eficacia de sus procesos, así como en la eliminación de costes innecesarios relacionados con la presentación de los productos. Así, Lidl sufragará el incremento del IVA con sus “márgenes de beneficio y gracias a un esfuerzo conjunto con todos sus colaboradores”, asegura Aranda.