Los dirigentes agrícolas de la UE se han opuesto a la reapertura de las negociaciones para la liberalización del comercio con el bloque comercial latinoamericano Mercosur, advirtiendo de que ello tendrá consecuencias devastadoras para la agricultura y el sector agroalimentario europeos.
En carta enviada a todos los Comisarios de la UE, el Presidente del Copa, Padraig Walshe, alega que «las negociaciones de un acuerdo comercial bilateral con Mercosur podrían entrañar un aumento enorme de las importaciones de carne de vacuno, de porcino y de ave, así como de cítricos y zumos procedentes de dichos países. Ello llevaría a una contracción notable del sector agrícola de la UE, poniendo en peligro 28 millones de puestos de trabajo, así como al total del sector agroalimentario de la UE. Por otra parte, las importaciones de estos países, en los que se aplican condiciones laborales discutibles, no cumplen con los mismos requisitos exigentes en materia de seguridad alimentaria, bienestar de los animales y medio ambiente que los agricultores europeos deben respetar. Por consiguiente, la posición competitiva de los
agricultores de la UE se ve una y otra vez perjudicada, a medida que la Unión prosigue con su
política de apertura de los mercados; política que poco beneficia a los ciudadanos o a las zonas rurales de la UE».
El presidente de la Cogeca, Paolo Bruni, señala que «la reapertura de las negociaciones
para alcanzar un acuerdo de liberalización del comercio con Mercosur, que incluye la supresión
de los derechos de aduana y el trato preferencial para la mayoría de las importaciones agrícolas procedentes de Mercosur, enviaría una señal errónea a nuestros socios comerciales. Daría la impresión de que la UE ya no está interesada en hacer avanzar la actual ronda de negociaciones de Doha para la liberalización del comercio mundial. Asimismo, los países en desarrollo más pobres del mundo se mostrarían muy poco favorables, puesto que verían cómo la UE da acceso preferencial a sus mercados a exportadores industrializados, como Brasil y Argentina. Por otro lado, daría lugar a una agricultura más intensiva y a la deforestación en los países de Mercosur, tal y como lo demuestra el informe sobre el análisis de impacto solicitado por la Comisión Europea. Por consiguiente, insto a los políticos de la UE a que renuncien a la reapertura de las negociaciones, en suspenso desde 2004″.