Las compañías Ebro Puleva y Lactalis firmaron ayer el contrato de compraventa de la división láctea de la compañía española, según ha informado el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
Como se anunció el pasado 8 de marzo, la operación está valorada en 630 millones de euros y el cierre definitivo de la misma queda sujeto a la aprobación de las autoridades europeas de la competencia.
Según Ebro Puleva, la desinversión del negocio lácteo supone el comienzo de una nueva etapa de desarrollo para la compañía, cuyo objetivo principal será consolidarse “como un importante actor global en el segmento meal solutions mediante la oferta de un amplio portfolio de productos basado en los conceptos de salud, placer y convenience”.
Además, desde la compañía láctea española se asegura un importante potencial de desarrollo para Puleva, a través de su incorporación “al jugador más importante del sector lácteo en el continente europeo”.