El Cuadro de Indicadores de los Mercados de Consumo de primavera, publicado por la Comisión Europea, revela que los consumidores de la UE aún no están aprovechando plenamente las ventajas del mercado interior, debido a los obstáculos que entorpecen el comercio transfronterizo.
Existe una diferencia cada vez mayor entre el comercio electrónico transfronterizo y el nacional. Las condiciones nacionales para los consumidores -medidas, por ejemplo, en función de la confianza de los consumidores en las autoridades y las ONG competentes en materia de consumo, o por la eficacia en la resolución de los litigios- se han deteriorado en muchos países.
Sin embargo, varios Estados miembros han mejorado sus resultados a pesar de la difícil coyuntura económica actual. La capacidad de los ciudadanos para consumir bienes y servicios varía considerablemente de un país a otro: en seis países, la asequibilidad de los precios es inferior a la mitad del promedio de la UE. La vida en los países más ricos de la UE es más asequible para los consumidores, a pesar de tener unos niveles de precios más elevados. La Comisión está tratando de suprimir los obstáculos existentes a través de una serie de medidas, entre las que cabe destacar la simplificación de las normas aplicables a los minoristas.
John Dalli, comisario de Salud y Política de los Consumidores, ha manifestado: “Para los consumidores, un mercado único europeo es sinónimo de mayores posibilidades de elección y de precios más bajos. Sin embargo, con frecuencia, esas expectativas no se cumplen, ya que tanto los comerciantes como los compradores se hallan confinados dentro de las fronteras nacionales, debido a la existencia de obstáculos considerables que, con la ayuda de los demás comisarios, tengo la firme intención de suprimir”.