El proceso de venta de la división láctea del primer grupo de la industria alimentaria española, sigue en marcha. Ebro Puleva ha rechazado recientemente la oferta realizada por Capsa, parece ser que por “considerarla insuficiente”, aseguran fuentes del sindicato UGT.
Central Lechera Asturiana, también se ha retirado de la puja, pero aún hay varias compañías que siguen apostando por la lechera. Pascual, la mexicana Lala, la francesa Lactalis y la holandesa Friesland Campina, son los candidatos favoritos para la adquisición del negocio.
Mientras empresarios y accionistas juegan sus cartas, los trabajadores están pendientes de cuál va a ser su futuro laboral próximo. La Federación Agroalimentaria de UGT sigue muy de cerca todo el proceso de venta, y se pronuncia en defensa de la conservación del empleo al 100%.
Sebastián Serena, secretario de política industrial de la Federación Agroalimentaria de UGT, considera que “es muy posible que Puleva caiga en manos de capital extranjero. El problema es que las sinergias que se puedan producir entre empresas deriven en una reducción del empleo. La principal preocupación de la Unión General de Trabajadores en este momento es que se mantenga todo el empleo, con las mismas condiciones, y estabilidad”.
Serena declara ver todo este proceso con “recelo”, ya que lo ideal sería que Puleva siguiera adelante con la empresa. “En cualquier caso, desde la Federación Agroalimentaria de UGT asumimos el compromiso de defender los derechos de todos los trabajadores de Puleva, sea quien sea el que compre finalmente la compañía”, afirma el secretario.