El consumidor está totalmente digitalizado, es onmicanal y mucho más exigente. “Ya no le vale que le bombardeen con publicidad masiva. Ahora busca una publicidad segmentada, que el retailer le ofrezca únicamente aquello que busca y que necesita en el momento preciso”, explicó Jonathan Solís, CEO de Flame analytics.
Ante esta nueva necesidad, el retailer debe adaptarse o desaparecer. Los que eligen seguir adelante deberán emprender un proceso de digitalización de su punto de venta. Para ello, el primer paso que debe dar es conocer a su cliente: saber cómo se comporta, qué necesita, cómo se mueve, qué le gusta. El segundo paso, una vez que el retailer tiene ya el conocimiento del cliente, es darle lo que éste está buscando.
Así, gracias a los mapas de calor, el retailer puede conocer por qué zonas de su punto de venta se mueve el consumidor, con los cuenta personas se puede saber a qué horas hay más visitas y con los wifi tracking es posible conocer cuánto tiempo pasa dentro de los negocios y cuántas veces repite.
Además, se puede obtener su email, su teléfono, género y edad, para así poder comunicarse con ellos de forma mucho más personalizada. Se puede, por ejemplo, enviar una campaña de email a mujeres jóvenes que hace meses que no les visitan o una campaña de SMS a hombres mayores que son muy asiduos a nuestro negocio.