Con la colaboración de empresas referentes, Florette está modernizando sus técnicas para lograr una mayor sostenibilidad en el cultivo de sus vegetales. En concreto, este proyecto consiste en monitorizar el campo de tal forma que se logre una mayor rapidez por parte de los trabajadores a la hora de consultar el estado de los cultivos de un modo inteligente.
En otras palabras, “aplicar la innovación tecnológica al servicio de los que más saben, nuestros agricultores, permitiendo hacer un seguimiento exhaustivo del desarrollo de cada vegetal, respetando su ritmo de crecimiento natural y practicando a la vez el ahorro y la optimización de recursos naturales”, explica Javier Les, agricultor de Florette.
Un ejemplo de ello es la monitorización de plagas o de riegos. Esta última consiste en instalar sondas que miden el nivel de humedad del terreno y ayudan a determinar el riego necesario en cada momento. Se trata de un proyecto que comenzó hace cinco años en colaboración con la startup Bioagro, y que ha permitido el desarrollo e implantación de esta tecnología en todas las zonas de producción de Florette.
A esto además se suma la colaboración con Agrisat, empresa navarra especialista en teledetección, que hace un seguimiento exhaustivo de las fincas mediante imágenes por satélite para así conocer la uniformidad de los cultivos y si necesitan más o menos agua.
Por otro lado, para el control de plagas Florette ha desarrollado e incorporado en sus cultivos un sistema para la monitorización automática de los diferentes insectos en el campo. Gracias a un sistema autónomo alimentado por un panel solar, varias cámaras toman fotografías en alta resolución de una placa adherente a insectos y, seguidamente, las imágenes se envían a través de GPRS a una plataforma web donde son analizadas.
Los resultados pueden visualizarse desde la web o a través de dispositivos móviles y se trata de un control a tiempo real donde los datos recogidos pueden ser utilizados para posteriores análisis más exhaustivos.
Además, de la mano de Hispatec, Florette ha invertido 400.000 euros en la implantación de sensores que, de forma automática, transmiten el estado del suelo: consumo de agua real de riego, consumo de fertilizantes naturales, etc., para así ahorrar y aprovechar adecuadamente los recursos.
“Gracias a todas estas innovaciones podemos controlar mejor los cultivos, conocer en qué fase de crecimiento están, cuál es el momento óptimo para su recolección, etc.”, comenta Les.