El comercio electrónico continúa con su senda de crecimiento en 2019. Así, tras un incremento de casi el 12% en 2018, este año podría arrojar un crecimiento cercano al 14% hasta alcanzar los 621.00 millones de euros, según adelanta el estudio “European B2C Ecommerce Report 2019”, publicado por Ecommerce Europe y EuroCommerce.
Tal y como explica la Asociación Española de la Economía Digital, Adigital, este informe anual realiza un recorrido por los principales datos del comercio electrónico en Europa y proporciona información detallada de cada país. Entre sus datos destaca que Europa Occidental sigue configurando el principal mercado digital en Europa, representando el 66% del total del volumen del ecommerce europeo con 363.000 millones de euros.
Le sigue el sur del continente, con 78.000 millones de euros (un 14% del total). En este contexto, España también experimenta una mejoría con respecto al año pasado. En concrto, las previsiones lo sitúan por encima de los 33.500 millones de euros para este año, lo que representa un crecimiento del 20% y una contribución al PIB de un 2,6% (frente al 2,1% de 2018).
Entre las tendencias principales, el informe apunta que el país con la tasa más alta de penetración del ecommerce es Suiza (88%), seguida de Reino Unido (87%) y Dinamarca (86%); los datos más bajos llegan de Bulgaría (31%), Rumanía (26%) y Ucrania (22%).
En este indicador, España se sitúa en una posición intermedia, con un 62% de internautas que compraron online en 2018, por encima del 57% del año pasado. Es llamativo, además, el aumento del gasto medio por consumidor, que supera ya los 1.460 euros (el año pasado se situaba en 1.346 euros) de media en Europa.
En lo que se refiere a las ventas transfronterizas, destaca el peso de las compras realizadas a otros países europeos desde Malta (89%), Chipre (83%) y Luxemburgo (82%). En el caso de España, las compras transfronterizas dentro de la UE se sitúan en el 48% y en un 36% para el resto del mundo.
Principales desafíos
El informe se detiene también en los frenos para la compra online y los desafíos a los que hacen frente los consumidores. En este sentido, destacan las quejas relacionadas con la entrega, las dudas en torno a la recepción y devolución de bienes y servicios, la presentación de reclamaciones, y los pagos seguros. La celeridad en la entrega representa la principal preocupación en Montenegro (22%), Hungría (12%) y Turquía (10%); mientras que los pagos seguros son considerados clave por los consumidores de Portugal (29%) y Turquía (25%).
“En Ecommerce Europe estamos muy contentos de ver que el sector del comercio electrónico continúa creciendo en Europa. Hay numerosos factores que han contribuido a su desarrollo en los últimos años. Sin embargo, pese a los progresos que se han producido en el marco del Mercado Único Digital, las compañías todavía hacen frente a numerosas barreras para su desarrollo, especialmente en el comercio transfronterizo. Por tanto, necesitamos marcarnos un plan de acción ambicioso pero realizable a nivel europeo y acelerar nuestros esfuerzos”, explica Marlene ten Ham, secretaria general de Ecommerce Europe.
“En primer lugar, necesitamos asegurarnos de que se cumple la regulación ya vigenteantes de crear nueva normativa. En segundo lugar, tenemos que armonizar las reglas y estándares básicos de tal modo que las empresas tengan la garantía de que existe un mismo marco normativo en toda Europa. Y, por último, necesitamos invertir en tecnología y competencias digitales de modo que los ecommerce sean los que lideren el futuro digital de Europa”, añade.
Por su parte, Christian Verschueren, director general de EuroCommerce, destaca que “este informe nos permite comprender el estado de cada mercado nacional. Queda claro que Europa en su conjunto necesita ponerse al día en materia tecnológica si tenemos en cuenta los últimos avances en el resto del mundo, sobre todo en China y EEUU. Este es, por tanto, un mensaje para los negocios, pero también para los reguladores”.
“Continuaremos trabajando por mejorar las condiciones para el crecimiento del ecommerce, de tal modo que contribuyamos a la innovación y la competitividad global del retail europeo. Hay mucho potencial aquí, con un mercado de más de 500 millones de europeos, pero aspectos como la fragmentación de la normativa de consumo, IVA, etiquetado y distribución disuaden a los empresarios e impiden explotarlo”, concluye.