Más de la mitad de los productos que más se venden en los supermercados españoles (un 64%) son alimentos ultraprocesados, es decir, productos industriales que cuentan con una presencia mínima de ingredientes naturales y un exceso de grasas saturadas, sal y azúcares simples, según un estudio realizado por la app El CoCo.
Este estudio piloto, el primero en España que contempla a nivel cuantitativo el grado de procesamiento y la calidad nutricional de los productos de consumo habitual en los hogares, ha analizado el grado de procesamiento, la calidad nutricional y la presencia de aditivos y azúcares simples en 124 alimentos correspondientes a las 35 marcas de gran consumo más vendidas en nuestro país, según el ranking Kantar Brand Footprint España 2018.
Además, de acuerdo con el sistema de clasificación internacional Nutriscore, el 59% de los productos analizados tiene una baja calidad nutricional (letras C, D y E), resultando ser deficitarios en fibra, proteínas, vitaminas y minerales, que son los nutrientes que deberían formar parte de la alimentación equilibrada diaria.
Asimismo, destaca El CoCo, el informe confirma, mediante datos objetivos, que hasta el 18% de los productos más consumidos no solo son ultraprocesados, sino que además tienen muy mala calidad nutricional (letra E en Nutriscore). “Se trata de productos que no aportan nada a nuestro cuerpo y que pueden ser perjudiciales si los consumimos de forma continuada. En su mayoría suelen contener grandes cantidades de azúcares simples, ácidos grasos saturados, sodio y un elevado contenido energético”, asegura Jean-Baptiste Boubault, cofundador de El CoCo. Aquí encontramos alimentos como embutidos tipo fuet, salchichas de frankfurt y algunos refrescos.
En cuanto a los aditivos, están presentes en siete de cada 10 productos analizados, en los que se ha encontrado una media de tres aditivos en cada uno de ellos. “Aunque no todos los aditivos son malos, debemos resaltar que un 30% de los que ha encontrado este estudio son considerados poco recomendables o productos a evitar por parte de las principales asociaciones de consumidores en Europa”, indica Boubault.
Por su parte, solo el 13% de los productos analizados son alimentos no procesados, es decir, naturales, o mínimamente procesados. De ellos, únicamente cuatro de cada 10 tienen una calidad nutricional buena o excelente (corresponde a las letras A y B en Nutriscore). Se trata de alimentos como pasta seca, algunos potitos infantiles de frutas, leche o pescado congelado.
Los productos analizados en el estudio han sido, sobre todo, lácteos (yogures, leches, batidos, postres como natillas o flanes y quesos) y cárnicos (jamones, pechugas de pavo y otros embutidos, carnes de cerdo o salchichas de frankfurt); que representan un 28% y un 23% respectivamente sobre el total de los analizados. El resto son bebidas (12%); productos de panadería y bollería (11%); cereales y productos a base de cereales (5%), como pastas; pescados (5%); y frutas y hortalizas (6%), como cremas de verduras y verduras troceadas. Finalmente, aparecen las categorías confitería (3%), salsas especias, sopas, salsas, productos proteínicos (3%) y productos listos para comer (4%) en las que se encuentran chocolates, sopas de pollo o arroz tres delicias, entre otros.