Durante la ronda de contactos que ha mantenido en las últimas semanas con los diferentes grupos políticos con representación en Bruselas, la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) ha reclamado enérgicamente que no se ratifique el acuerdo entre la UE-Marruecos hasta que no se garantice un riguroso control en frontera y más derechos laborales y menos agresiones contra el medio ambiente en las explotaciones marroquíes.
Los actos de movilización previstos con motivo de la Cumbre UE-Marruecos en Granada del próximo día 7 y las enmiendas introducidas en dos dictámenes del Consejo Económico y Social Europeo (CESE), se enmarcan también dentro de esta ofensiva para mitigar los perniciosos efectos de la liberalización de los intercambios con el país alauita.
A propuesta de Javier Sánchez, representante de COAG en el CESE, tanto en el dictamen sobre las relaciones entre la UE y Marruecos como en el concerniente a la agricultura en EUROMED, se solicita condicionar la apertura del mercado comunitario a las importaciones de Marruecos al cumplimiento de unos estándares mínimos en materia sociolaboral, ambiental y sanitaria: “…que se produzcan avances en materia de respeto al medioambiente, en los derechos laborales y –sobre todo- en el desarrollo económico y social de la población local y por tanto, no sólo de las grandes corporaciones locales o extranjeras…”, recoge literalmente.
Asimismo, los dictámenes recogen la enmienda de COAG para que se establezcan mecanismos de control real de las importaciones y que se mejoren los existentes, “desde el punto de vista del respeto a las cuantías aduaneras establecidas y al cumplimiento de los contingentes”, y la necesidad de establecer “a corto y medio plazo compensaciones reales, a través de líneas de apoyo suplementario, para aquellos productores de la UE de los sectores más afectados por la liberalización comercial”.