Entre las razones por las que se desecha comida en el hogar, un 40% de los españoles destacan que se debe a que la comida ha superado la fecha de caducidad o consumo preferente. Pero hay otros motivos, como el que reconocen dos de cada diez que asumen el error de cocinar siempre de más para luego tener que tirar o el de un 15% de los consultados que desechan comida porque no saben cómo aprovechar las sobras.
Así lo revela una encuesta realizada por Too Good To Go, una app que lucha contra el desperdicio alimentario y que hace un “llamamiento hacia la importancia de hacer una mejor gestión de la compra y el uso de la comida, además de sumarse a practicar la cocina de aprovechamiento, esa en la que nada se tira sino que se aprovecha, como una solución necesaria para reducir el desperdicio de alimentos en casa”.
Y es que en las casas españolas se tira mucha comida. Tanta que alrededor del 42% del total de alimentos que terminan en el cubo de la basura cada año se produce en el ámbito doméstico, según esta app, que recuerda que los hogares españoles en su conjunto están desperdiciando más de 38 kilogramos de comida cada segundo.
Una conclusión a la que ha llegado valiéndose de los datos aportados por el último Informe de Consumo Alimentario en España realizado por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Este revela que el total de desperdicio de alimentos en las viviendas de nuestro país alcanza los 1.229 millones de kilos anuales, lo que vendrían siendo más de 3.367 kilos de comida diarios o el equivalente a unos 23.569 kilos semanales, según los cálculos realizados por la plataforma.
Asimismo, “si tenemos en cuenta que en España hay alrededor de 18 millones de hogares según el INE, se puede saber que de manera individual cada uno estaría tirando de media algo más de 66 kilos de comida al año o lo que es lo mismo unos 5,5 kilogramos mensuales”, señala Too Good To.
“Que cuatro de cada diez alimentos que se desperdicien tengan su origen en el hogar demuestra que aún hay mucho por hacer y por concienciar a nivel doméstico. Desperdiciar una sola barra de pan equivale a emitir el mismo CO2 que un coche tras recorrer un kilómetro además de desaprovechar todos los recursos naturales empleados para su producción. Si extrapolamos esto a toda la comida que se tira vemos que el daño provocado al planeta es inmenso”, señala Oriol Reull, director la plataforma en España.