La empresa catalana Sonicat-Systems ha trabajado durante los ocho últimos años en el desarrollo de una tecnología puntera que permitirá a la industria de la miel ofrecer un producto de mayor calidad al consumidor final y para la que ha recibido una subvención de la Comisión Europea de alrededor de dos millones de euros.
El 90% de la miel que se consume en nuestro país, especialmente aquella comercializada por grandes marcas, ha sido previamente recalentada a 80ºC antes de envasarse para su posterior distribución en puntos de venta. Este proceso se lleva mayoritariamente a cabo para evitar que la miel cristalize en el frasco en los siguientes meses, y de esta manera poder disfrutar siempre de una miel clara, y lo más importante, líquida.
Este sobrecalentamiento de la miel, aunque se mantiene solo durante algunos minutos, tiene efectos perjudiciales en la calidad de la misma, además de disminuir sus beneficios saludables, explica la compañía.
Sonicat-Systems se fundó con el objetivo de desarrollar un nuevo proceso para el pretratamiento de la miel cruda, que asegurase la máxima calidad y frescura del producto para sus consumidores. Esta joven empresa, liderada por dos emprendedoras, ha diseñado y fabricado un prototipo funcional, que ha sido testeado durante meses en las instalaciones de una gran asociación valenciana de apicultores.
El éxito de las pruebas de validación han demostrado que la reducción enzimática es prácticamente nula y que la miel se mantiene líquida durante meses. En vista del potencial, y del gran interés levantado en el sector, estas dos ingenieras han presentado un proyecto de I+D a la Comisión Europea para diseñar y construir una máquina industrial que sea capaz de procesar hasta 300 toneladas de miel al año.
El Proyecto Liquam se ha seleccionado entre miles de empresas para ser subvencionado en 2019 y 2020, con un presupuesto para desarrollo de dos millones de euros, destinados a optimizar y escalar el prototipo actual. Adicionalmente, el equipo planea validar el uso de la máquina en diversas instalaciones envasadoras de miel en distintos países europeos, donde ya cuentan con potenciales clientes, impacientes por poder hacer las primeras pruebas.