Una de las razones que esgrimen los españoles a la hora de justificar que se alimentan mal y no se cuidan es que hacerlo resulta muy caro o más caro que optar por la comida menos saludable. De hecho, siete de cada 10 cree firmemente que apostar por alimentos más saludables puede dar sorpresas al llegar a la caja.
Así lo revela una encuesta llevada a cabo por Acierto.com con motivo de la celebración el próximo domingo 7 de abril del Día Mundial de la Salud, en la que ha analizado cómo se cuidan los españoles y que desvela que “todavía queda mucho por hacer en múltiples ámbitos, desde el de la alimentación hasta el de la actividad física y el descanso”.
A este respecto, la mayoría de los participantes están preocupados por llevar una dieta sana, pero casi la mitad considera que los productos que compra no siempre son saludables. Y es que los españoles también piensan que llenar la cesta con ellos también requiere de más tiempo (por una lectura detallada de las etiquetas (y que hasta que es necesario poseer ciertos conocimientos de nutrición.
Sin embargo, sí que intentan comer bien, o al menos el 54% de los españoles asegura que trata de llevar una dieta equilibrada. Y, de entre ellos, el 8% cuenta las calorías que ingiere. Por otra parte, el 58% asegura haberse puesto a dieta alguna vez, el 24% lo hizo en una ocasión puntual y el 18,5% durante el último año.
Además, el 16% de la muestra estaba a régimen durante la encuesta. Aquí se observan diferencias entre hombres y mujeres. Por ejemplo, hasta el 65% de las mujeres ha hecho dieta alguna vez, frente al 52% de los varones.
Otros de los mitos habituales respecto a la dieta son que el pan engorda, que es necesario tomar complementos alimenticios, que el agua engorda si se bebe durante la comida, que no tiene cabida el chocolate, que los productos integrales y light adelgazan, o que dejar de comer permite perder peso.
También se equivocan en el momento de la ingesta: así, dedica poco tiempo (el 25% dedica 15 minutos o menos), cena viendo la televisión (el 90% lo hace), y está pendientes del móvil (el 60% deja el móvil encima de la mesa y, de entre ellos, el 80% está pendiente de él).