General Mills ha registrado un beneficio neto atribuido de 446,8 millones de dólares en su tercer trimestre fiscal, finalizado en febrero, lo que supone una importante caída del 52,5% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior.
En concreto, la compañía ha señalado en un comunicado que este descenso se ha debido a la reforma fiscal impulsada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Sin embargo, las ventas de la multinacional que cuenta con marcas como Old El Paso o Haagen-Dazs entre diciembre y febrero alcanzaron 4.198,3 millones de dólares, lo que supone un incremento del 8,1% respecto a los mismos tres meses del ejercicio precedente.
Los ingresos de los mercados europeo y australiano descendieron un 7,9%, hasta 432,7 millones de dólares mientras que los procedentes de Asia y Latinoamérica, un 1,6%, hasta 427,7 millones de dólares.
En palabras del presidente y director general de General Mills, Jeff Harmening, "tuvimos un tercer trimestre sólido, con un crecimiento positivo en las ventas orgánicas y una importante expansión del margen operativo. Nuestro desempeño hasta la fecha y nuestros planes para el cuarto trimestre nos dan la confianza de que cumpliremos o excederemos todos nuestros objetivos fiscales clave para 2019”.
“Para el año completo, ahora esperamos que los EPS diluidos ajustados y la conversión de flujo de efectivo libre excedan nuestros valores iniciales objetivos, las ventas netas terminarán en el extremo inferior de nuestro rango de orientación, y la ganancia operativa ajustada finalizará hacia el extremo superior del rango. Nuestra ejecución mejorada y el desempeño reforzado de este año refuerzan nuestra opinión de que un enfoque equilibrado de la parte superior e inferior del crecimiento, centrado en nuestra estrategia Consumer First, generará un valor a largo plazo para nuestros accionistas", ha añadido.