Todos los envases de productos de Marcos Salamanca cuentan con un etiquetado en braille para que las personas ciegas puedan distinguir sin problemas entre la amplia variedad de sus productos ibéricos: jamón, lomo, chorizo y salchichón.
Una actividad tan cotidiana como ir a la compra resulta a menudo complicada para las personas que padecen algún tipo de discapacidad. A las barreras arquitectónicas que todos conocemos se le suma, en el caso de las personas con ceguera, la imposibilidad de reconocer los productos si estos no llevan incorporado el sistema braille en sus envases.
Por el momento, y según una directiva de la Unión Europea aprobada en 2004, tan sólo los productos farmacéuticos tienen la obligación de ir etiquetados en braille. El resto incorporan o no este sistema de lectura táctil en función de la voluntad de la empresa que los fabrica y comercializa.
A pesar de la importancia de esta medida, lo cierto es que son muy pocas las empresas que incorporan el sistema braille en sus envases. En el caso del sector alimenticio, Marcos Salamanca apostó desde el primer momento por la accesibilidad de sus productos, convirtiéndose en una empresa pionera en este sentido.
Su compromiso con los más desfavorecidos lleva a Marcos Salamanca a colaborar también en distintos actos benéficos con instituciones como la FAO y la Fundación Teodora.