La campaña de la almendra con cáscara en 2009 ha sido “absolutamente ruinosa” para los productores, según la asociación valenciana de agricultores (AVA-ASAJA). Los precios en el campo se han hundido hasta los 0,5 euros el kilogramo, es decir, un 33% por debajo del umbral de rentabilidad que se sitúa en líneas generales a partir de los 0,75 euros el kilogramo.
La mayor cosecha de esta campaña, un 46% más si se compara con la media de los cinco últimos años, pero sobre todo las masivas importaciones procedentes de Estados Unidos, han agravado la crisis de rentabilidad del agricultor valenciano. “Parece que al mercado poco o nada le importa la diferencia de calidad y sabor que dista entre las almendras californianas, con costes de producción mucho menores, y la almendra autóctona que cobra fama mundial a través de nuestros turrones y postres”, indica el presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado.
Grandes cadenas de distribución ponen a la venta almendra de cáscara hasta los 4,69 euros el kilogramo, lo que supone multiplicar el precio del productor al consumidor por 9,38. Esta organización agraria ha detectado numerosos errores en el etiquetado según los cuales se vende como Marcona –variedad autóctona de primera calidad– otras variedades foráneas de peores condiciones organolépticas.
“Algo está fallando cuando el productor de almendra se está arruinando y el consumidor sigue pagando igual o más”, denuncia Aguado, quien añade que “las administraciones deben impulsar una Ley de Comercio que aporte transparencia en la cadena agroalimentaria para evitar abusos de la gran distribución como los detectados en las últimas semanas”.