El grupo Ferrero ha cerrado el ejercicio de 2018 con una facturación de 10.700 millones de euros, lo que supone un incremento del 2,1% con respecto al año anterior, cuando alcanzó una cifra de negocios de 10.500 millones.
“A pesar de las incertidumbres y desafíos globales y las tendencias de la industria, el grupo ha conseguido consolidar y confirmar su desempeño en esta temporada. La compañía continuó impulsando la inversión en sus marcas icónicas, manteniendo un alto nivel de ingresos operativos, además de fortalecer las actividades internas en I+D”, ha explicado la empresa en un comunicado.
Las ventas de productos han experimentado un incremento del 3,5%, impulsadas principalmente por Alemania, Francia, Italia, Polonia, Reino Unido y los Estados Unidos. Los productos que lideraron este crecimiento fueron Nutella, Ferrero Rocher, Kinder Joy, Kinder Bueno y Kinder Chocolate.
En términos de empleo, la compañía ha incrementado el número de empleados en 603 con respecto al año anterior, hasta los 35.146 trabajadores. Además, el grupo mantiene su nivel inversor con mejoras y ampliaciones de sus fábricas, plantas y equipos en línea con sus compromisos empresariales y sociales, como parte de su estrategia corporativa.
En concreto, la compañía ha invertido un total de 673 millones de euros en 2018. La parte más significativa se centró en las fábricas, donde se han destinado 596 millones de euros, principalmente en Italia, Alemania, Canadá, Polonia y Bélgica. El grupo también continúa invirtiendo capital importante en Luxemburgo para la construcción del nuevo edificio de la sede.