El auge de la popularidad de los hábitos de vida saludables está propiciando el rápido crecimiento de empresas innovadoras de ingredientes naturales y orgánicos, convirtiéndose en un atractivo sector para la inversión dentro de la industria alimentaria.
Dicho interés responde principalmente al cambio de comportamiento del consumidor. Hace 20 años la marca era un elemento decisivo en la elección de productos. Sin embargo, la dura crisis económica provocó el éxito de los productos de marca blanca que hasta entonces pasaban desapercibidos, colocándolos en un primer plano. En la actualidad, la búsqueda de un estilo de vida saludable ha vuelto a provocar un cambio en el comportamiento de los consumidores, que cada vez prestan más atención a la composición de los productos que adquieren y demandan productos con ingredientes y aditivos naturales.
Tanto es así que el etiquetado “Clean Label”, que se convirtió en tendencia hace unos años, ha pasado ya a ser un estándar dentro del sector de la alimentación. Esto ha provocado a su vez grandes cambios en los procesos de producción de la industria alimentaria, que debe adaptar sus formulaciones a las nuevas demandas de los consumidores a través de ingredientes más naturales y libres de aditivos, emplear nuevas tecnologías de conservación y tipo de envasado. Esto ha convertido a las empresas que fabrican ingredientes en partners estratégicos para los fabricantes de producto final.
En los últimos años hemos sido testigos de un importante número de operaciones de adquisición a gran escala en el sector por parte de los principales players. Siendo conscientes de la creciente preocupación de los consumidores por hacer una selección más responsable de sus alimentos, estos grupos han visto en estas compañías una buena alternativa para ampliar su gama de producto y su cartera de clientes. Por lo general, estos gigantes concentran sus esfuerzos en la producción estandarizada de grandes cantidades para mercados de masas, viendo en estas compañías una opción de crecimiento inorgánico para diversificar sus carteras de productos añadiendo productos nicho y valor diferencial a su oferta.
Es precisamente la enorme capacidad que tienen los fabricantes de ingredientes para innovar en las primeras etapas de la cadena de suministro lo que está despertando el interés de las grandes compañías que actualmente dominan la industria. A ello se suma el factor de que el porcentaje que representa el coste de estos productos de alto valor añadido sobre el coste total del producto final es muy pequeño en relación con su contribución al éxito. Esto no solo justifica que registren unos mayores márgenes sino que además tienen menos probabilidad de ser víctimas de medidas de reducción de costes. Todo ello es algo que se ve reflejado en las valoraciones de las compañías. Según datos de Mergermarket, el precio medio de adquisición de las empresas de ingredientes para alimentación se sitúa entre 10x y 15x Ebitda, aunque los compradores están dispuestos a pagar considerablemente más en caso de compañías altamente innovadoras, con tecnología de vanguardia o productos nicho que respondan a la demanda actual. Ejemplo de ello puede ser la adquisición de Naturex por parte de Givaudan en marzo de 2018. La operación valoró a la compañía francesa de extractos de plantas e ingredientes naturales con un múltiplo de EBITDA de 29,3x. Asimismo destaca la adquisición de Frutarom por parte de International Flavors & Fragances Inc (IFF) en mayo de 2018 por 27,3x Ebitda, con el fin de reenfocar su cartera de productos hacia el segmento natural, de salud y bienestar.
Pero no solo han mostrado interés los grandes actores de la industria, también es un sector cada vez más atractivo para los fondos de capital riesgo. De hecho, este año ya se han cerrado dos operaciones en el sector. Merieux Equity Partners ha adquirido una participación mayoritaria en Nutragroup, el holding de Omnipharm and B-Pharma. Por otro lado, Investindustrial ha comprado un 70% de Italcanditi SpA.
La combinación de producto diferenciado, tecnología, valor añadido, orientación al cliente así como las perspectivas de crecimiento del sector son algunos de los motivos que convierten a estas compañías en atractivas inversiones para inversores financieros/private equity. Este perfil inversor entra en el capital de las compañías adquiriendo tanto mayoría como minoría, y puede ser un buen aliado para aquellas empresas que requieren recursos, por ejemplo para acometer inversiones en mejoras de procesos productivos, o para potenciar su internacionalización, dar salida a algún accionista o adquirir otras compañías del sector. Esta última estrategia (build up) es frecuente cuando se adquieren compañías de tamaño medio o pequeñas, ya que permite incrementar su dimensión, ampliar su cartera de productos o presencia geográfica al tiempo que generan sinergias al adquirir otra compañía. Ejemplo de ello pueden ser las adquisiciones Gramma Aliment, Supremia y Essential Cuisine por Solina Group SAS tras ser adquirida por Ardian, o de Dobla BV por parte de Irca SpA tras ser adquirida por Carlyle.
Ante las adquisiciones ya realizadas y la atención que ha despertado este sector tanto en inversores financieros como industriales, cabe esperar que a corto plazo se incrementen el número de operaciones pero que sean de menor tamaño, especialmente en Europa, donde de acuerdo a los datos de Mergermarket se han producido el mayor número de operaciones de este tipo. De hecho son numerosos los grupos que han manifestado su interés por crecer a través de adquisiciones, con independencia del tamaño de las compañías. Es el caso de grupos como Vegetarian Express, Palsgaard, Naturalia Ingredients, CHR Hansen, Symrise ó Tate&Lyle, entre otros, que buscan adquirir nuevas compañías con el objetivo de ampliar su gama de productos y base de clientes.
En este nuevo contexto, España, considerada la “huerta de Europa”, es interesante como destino de inversión, ya que el know how en el sector hortofrutícola y el clima sientan las bases para una industria de ingredientes enfocada en productos innovadores y de alto valor añadido. Además, España es un enclave estratégico en un marco de expansión europea. La compañía Advanced Organic Materials (AOM), multinacional argentina productora de tocoferoles naturales, vitamina E y fitoesteroles, ha anunciado la puesta en marcha de su expansión industrial en Europa con un proyecto en España. Por ello cabría esperar que otros grupos industriales realicen movimientos similares en el corto plazo.
En definitiva, son varios los factores que auguran un incremento de operaciones en el sector de la alimentación, donde está claro que los ingredientes saludables serán una receta clave para el éxito.
Eva Rodrigo, directora de Livingstone