Durante la celebración del Foro Económico Mundial en Davos, 75 países (la Unión Europea y otros 47 miembros de la Organización Mundial del Comercio) han decidido este viernes iniciar negociaciones para establecer normas globales sobre comercio electrónico.
Tal y como ha señalado la Comisionada de Comercio, Cecilia Malmström, “es alentador ver a tantos socios unirse a esta importante iniciativa comercial. El comercio electrónico es una realidad en la mayoría de los rincones del mundo, por lo que debemos a nuestros ciudadanos y empresas proporcionar un entorno en línea predecible, eficaz y seguro para el comercio. Esperamos trabajar con todos los miembros interesados de la OMC, de manera flexible y pragmática, para crear un conjunto de reglas verdaderamente exhaustivo y ambicioso".
Las últimas dos décadas han visto el crecimiento exponencial del comercio electrónico nacional y transfronterizo. A pesar de este rápido aumento en las transacciones electrónicas, no hay reglas multilaterales específicas en la OMC que regulen este tipo de comercio. Las empresas y los consumidores, en cambio, deben confiar en un mosaico de normas acordadas por algunos países en sus acuerdos comerciales bilaterales o regionales, explica la Unión Europea.
Las normas de la OMC sobre comercio electrónico tendrán como objetivo mejorar las oportunidades y abordar los desafíos del comercio electrónico tanto en los países desarrollados como en los países en desarrollo. Las negociaciones deben dar como resultado un marco legal multilateral en el que los consumidores y las empresas, especialmente los más pequeños, puedan confiar para que sea más fácil y seguro comprar, vender y hacer negocios online.
Así, esta nueva normativa buscaría mejorar la confianza de los consumidores en el entorno online y combatir el spam; afrontar las barreras que impiden las ventas transfronterizas; lograr una garantía de validez de los contratos electrónicos y firmas electrónicas; prohibir permanentemente los derechos de aduana en las transmisiones electrónicas y abordar los requisitos de localización de datos forzados y la divulgación forzada de código fuente.
El lanzamiento de estas negociaciones es una prueba de que la OMC se mantiene en el centro de la elaboración de normas internacionales y sigue siendo una plataforma en la que los grupos de países interesados acuerdan trabajar juntos para desarrollar nuevas normas de manera abierta e inclusiva. El proceso de negociación está previsto que se inicie en marzo de 2019 y está abierto a otros miembros de la OMC que puedan estar interesados en unirse.