La Comisión Europea confirma que la producción de aceite de oliva en España rondará las 1,6 millones de toneladas en 2018, lo que representan las tres cuartas partes de la producción total de Europa y más de la mitad a nivel mundial.
A pesar del retraso en el inicio de la recolección y de los bajos rendimientos alcanzados durante los primeros meses de campaña, la evolución está siendo óptima, con unas expectativas de producción durante diciembre que podrían marcar una cifra muy importante para este mes.
Las estimaciones de la Comisión Europea revelan el acusado descenso que sufrirán las producciones de los principales países productores, destacando el caso de Italia que rebaja sus expectativas hasta las 205.000 toneladas, lo que representa una caída de más del 50% con respecto a la campaña anterior.
Grecia, por su parte, reducirá un 35% su producción situándose en el entorno de las 225.000 toneladas, mientras que Portugal lo hará en prácticamente un 20% alcanzando las 110.000 toneladas, según recoge Cooperativas Agro-alimentarias.
Por lo que respecta a las estimaciones de producción en los principales países fuera de la Unión Europea, el Comité Oleícola Internacional, COI, publicaba el pasado mes de noviembre que Túnez prevé reducir su cosecha hasta las 120.000 toneladas, un 57% menos que la pasada campaña, mientras que Turquía caería hasta las 180.000 toneladas. Tan sólo Marruecos podría registrar una cifra superior a la de la campaña anterior que se situó en 140.000 t.
Ante un panorama internacional como el expuesto, es previsible que las salidas de aceite al mercado se comporten de una forma ágil ante la necesidad de los compradores internacionales de acudir a España para abastecerse de aceite y de esa forma cubrir su déficit de producción, pudiendo aproximarnos, o superar, la cifra récord de exportaciones alcanzada en la campaña 2013/14, que fue de 1,1 millones de toneladas.