El consumidor de hoy busca una alimentación sana y fácil a la vez y conseguir que confluyan las dos tendencias en un mismo producto es la clave del éxito para hacer crecer la categoría de los productos frescos, según ha quedado reflejado durante la jornada “Tendencias en productos frescos: proximidad y conveniencia”, organizada por la Aecoc.
En concreto, tal y como ha expuesto Marta Munné, consultora de Aecoc Shopperview, “frente a un consumidor con poco tiempo y disponibilidad para cocinar, que además le da cada vez más importancia al concepto healthy, hacen de la conveniencia y el factor salud dos elementos a tener en cuenta”.
Esta afirmación se sustenta en el hecho de que el 59% de los consumidores consideran que tienen un estilo de vida muy ajetreado. Bajo esta circunstancia, la alimentación tiene que adaptarse a las demás prioridades y actividades del día a día por lo que la preparación de los platos se concibe como una pérdida de tiempo.
“El consumidor demanda productos frescos en su versión más práctica: fruta cortada y pelada, ensalada en bolsa limpia y lista para el consumo, snacks de verdura o platos preparados a base de carne y pescado”, explica Munné, que añade que un producto de alimentación (según palabras del consumidor) es “convenience” cuando aporta comodidad, rapidez y variedad: “Comodidad porque no hay que estar cocinando; Rapidez porque muchas veces solo hay que calentarlos y comerlos; Variedad porque puedo comer diferentes platos que no probaría en casa si tuviera que cocinar”.
Y la falta de tiempo para un 56% de los consumidores y las habilidades culinarias (para un 42%) son las principales puertas de entrada a la alimentación de conveniencia.
Por otro lado, el 58% de los consumidores consideran que sigue un estilo de vida saludable y la alimentación es un pilar fundamental para seguir esta filosofía, ya que ocho de cada 10 entiende que seguir una dieta equilibrada es imprescindible dentro de este estilo de vida saludable. Los productos frescos: carne, pescado, frutas y hortalizas, son la base que sustentan este pilar.
Según sus propias declaraciones, la mitad de los shoppers comprarán más productos saludables el próximo año y una tercera parte aumentará la compra de productos bajos en grasas. “En un producto saludable buscamos ir a su esencia, a productos frescos, no manipulados, sin aditivos ni conservantes. Productos que respeten el origen de la materia prima, que no contaminen en su proceso de elaboración y presentados en envases, sin plásticos, respetuosos con el medio ambiente”, recuerda Munné.
Por ello y a modo de conclusión, la consultora de Aecoc Shopperview destaca que “el futuro es aún más healthy y natural que en el momento actual. Se espera un aumento de los productos de conveniencia, en su versión más natural (eco, casero, artesano) apuntándose y adaptándose a la tendencia de los productos frescos y saludables”.