La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos, organización que en los últimos meses ya mostraba su preocupación antes este tema, alerta ahora de la caída del 9% en los precios en origen de ovino y caprino en el último año.
La organización insiste en “la situación de crisis prolongada desde hace cinco años que atraviesa el sector y agravada los tres últimos años”. A este hecho, además, “se añade la tendencia al alza del coste de las materias primeras para alimentación para el ganado, lo que hace que muchas explotaciones no puedan subsistir”.
La organización, de acuerdo con la Lonja del Ebro, ha detectado que el precio ha disminuido el 9% entre octubre de 2017 y octubre de 2018, pasando de 5,69 euros por kilogramo vivo a 5,19 euros por kilogramos vivo en animales de 11 kilogramos, mientras que el precio medio del cordero de 25 kilogramos ha pasado de 3,47 euros por kilogramo vivo a 3,15 euros por kilogramos vivo.
Por ello, Unión de Uniones insta a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia a que investigue si se están produciendo prácticas anticompetitivas en este sector, sobre todo con la proximidad de la época navideña. En este sentido, si bien en estas fechas en las que, junto a Semana Santa, la demanda y el precio aumentaba tradicionalmente, en los últimos años no ha sido así y el sector ganadero no ha percibido mejores precios por sus productos.
“Hay que analizar si los bajos precios pagados al productor, y más en estas fechas, responden a razones de mercado, a pesar de la baja oferta en el campo y los altos precios con que el producto llega al consumidor”, señalan desde la organización que demanda transparencia y la creación de un Observatorio de Ovino y Caprino para que estas situaciones se den lo menos posible.
Con respecto al etiquetado, la organización considera que es necesario hacer cumplir la normativa que establezca la trazabilidad del producto y a “poner en valor” la carne de cordero y cabrito, ya que la producción del país, reconocida como de calidad superior a la de otros países, se encuentra en inferioridad de condiciones si no se puede diferenciar del resto. Unión de Uniones pide las autoridades competentes que hagan cumplir la obligación de etiquetar esta carne y evitar así el fraude ante el consumidor.