El Black Friday seguirá creciendo en 2018, aunque dada la contención del consumo, lo hará a menor ritmo que en años anteriores, una circunstancia que repercutirá también en las ventas del pequeño y mediano comercio, según destaca la Confederación Española de Comercio que estima que algo más del 40% del comercio de proximidad, el mismo porcentaje de 2017, se unirá a esta campaña.
El objetivo, destaca la entidad, será “no perder ventas frente al comercio electrónico y a otros grandes formatos comerciales, oscilando las promociones entre el 20% y el 30% de descuento, con el fin de no ver lastrados excesivamente sus márgenes”.
No obstante, también ha señalado que tras una primera mitad de año negativa en cuanto a ventas y dada la necesidad del comercio de vender los stocks acumulados, “creemos que el Black Friday servirá para impulsar las ventas este mes, como ya ocurrió en noviembre del año pasado”.
Esta jornada se ha convertido en el auténtico pistoletazo de salida de la campaña de Navidad, ya que muchos consumidores adelantan sus compras a estas jornadas, pero esto tiene una consecuencia directa: una campaña navideña cada vez más floja. En palabras del presidente de la CEC, Manuel García-Izquierdo, se trata de una cuestión de poder adquisitivo de los consumidores, ya que “lo que el cliente gaste ahora no lo gastará ni en Navidad ni en Reyes, y viceversa”.
En este sentido, aunque admite que el Black Friday es positivo en cuanto que delimita claramente un nuevo período de descuentos, insiste en que “la apuesta más importante para el pequeño y mediano comercio debe seguir siendo la campaña de Navidad y Reyes”.
A este respecto, la CEC afirma que el cambio de hábitos del consumidor y las promociones constantes a lo largo de todo el año, entre otras causas, “han puesto al pequeño comercio en una auténtica encrucijada, con fuertes caídas de ventas y cierre de establecimientos. Por eso, desde la Confederación insistimos al Gobierno en la necesidad de aprobar medidas de apoyo para el sector”.
“Este es un problema más serio de lo que a simple vista pueda parecer, ya que el declive del sector redundaría en la pérdida de miles de empleos y autónomos; vamos contrarreloj”, concluye García-Izquierdo.