A pesar de que la curva descendente en las ventas del comercio minorista venía siendo una constante en los últimos meses, desde febrero de 2017 no se había producido una caída similar a la registrada este mes, con una tasa interanual del -3,1%.
“Las malas noticias se acumulan para el comercio… después de una campaña de rebajas de verano especialmente mala”, aseguran desde la Confederación Española de Comercio (CEC) en su valoración mensual de los datos del comercio minorista ofrecida por el Instituto Nacional de Estadística.
Además, esta vez la bajada no ha alcanzado solo a los más pequeños, sino que todos los formatos de distribución se ven afectados. Así, el declive en las ventas de empresas unilocalizadas (-3,6%), pequeñas cadenas (-3,9%), grandes cadenas (-3%) y grandes superficies (-4,4%) confirman que los graves problemas que afectan al sector son ya estructurales.
Por sectores, especialmente llamativo es el desplome en las ventas de equipo personal (telas, vestido y calzado), con un 8,3% menos que en el mismo mes de 2017. Además, en septiembre ninguna Comunidad Autónoma se libró de estos malos datos, siendo Cataluña la que peores resultados obtuvo.
Estas cifras tienen una relación muy directa con la caída del índice de Confianza del Consumidor en el mismo mes de septiembre, que se desplomó 11,9 puntos en relación al mes anterior.
En este sentido, Manuel García-Izquierdo, presidente de la Confederación Española de Comercio, traslada su petición a los partidos políticos “para que se esfuercen por alcanzar de nuevo un clima de estabilidad, frente a la incertidumbre constante de estos últimos meses”.
Por todo ello, desde la CEC insistimos en que para revertir esta situación “es urgente poner en marcha medidas contundentes en favor del sector, como muchas de las que planteamos en el Ministerio en nuestra reunión este mismo mes de octubre”.
Impulsar la digitalización del pequeño y mediano comercio y abrir el debate sobre las consecuencias de la liberalización de las rebajas, entre otros, son temas que están sobre la mesa, pero “el tiempo juega en nuestra contra y hay que pasar de las palabras a los hechos”.
En este contexto, los comerciantes afrontan estos dos últimos meses con la esperanza de remontada, aunque este último período del año también plantea retos, especialmente para el pequeño y mediano comercio.
Por un lado, dada la necesidad de vender los stock acumulados, gran parte del comercio se unirá a las campañas de Black Friday con descuentos que irán del 20% al 30%. Previsiblemente esto impulsará las ventas, como ya ocurrió en noviembre del año pasado, pero repercutirá en una bajada de márgenes y en un mes de diciembre más flojo.
Aún así, el esfuerzo de los comerciantes por el mantenimiento de la ocupación en el sector es un claro indicativo de las perspectivas favorables de cara a la campaña de Navidad y Reyes.