La Asociación Nacional de Industriales Envasadores y Refinadores de Aceites Comestibles (Anierac) y la Asociación Española de la Industria y Comercio Exportador de Aceite de Oliva ha defendido en un comunicado la calidad de los AOVE afirmando que han detectado evidentes irregularidades cometidas en la elaboración del estudio de la OCU.
Así, destacan que todas las marcas cumplen con los estrictos controles analíticos legales confirmándose que todas son virgen extra desde el punto de vista analítico y señalan que las conclusiones del estudio “se basan fundamentalmente en criterios sensoriales de un panel de catadores, por tanto, hablamos sólo de olor y sabor”.
“Cuando se habla de fraude, la OCU se refiere exclusivamente a diferencias de criterio sensorial entre catadores. En algunos lotes, existen discrepancias de valoración en olor y sabor incluso entre los distintos laboratorios acreditados que han participado en el estudio”, explican en un comunicado conjunto Anierac y Asoliva.
Dichas asociaciones sectoriales aseguran que “se pusieron en evidencia las irregularidades detectadas durante la elaboración del estudio en cuanto a la toma de muestras, la mala conservación de las mismas, el retraso en la elaboración de los análisis, así como graves deficiencias detectadas en los procedimientos estipulados por la normativa (Real Decreto 538/2015). Respetando la labor de la OCU, desde nuestras asociaciones siempre nos hemos ofrecido a colaborar en todo lo necesario para la subsanación de los errores detectados”.
En concreto, explican que el método del panel de cata es un procedimiento “subjetivo” tal y como ha quedado demostrado mediante multitud de estudios privados y oficiales y, por tanto, se trata de “un método en revisión” tanto por el Consejo Oleícola Internacional como por las distintas administraciones con el objetivo de reducir la gran variabilidad de sus resultados.
Por ello, señalan que “lo que queda de manifiesto en el estudio, es que el aceite de oliva virgen extra español es de gran calidad y las diferencias se reducen a discrepancias de sabor y olor entre catadores”.