La cuota de rentabilidad en el sector arrocero valenciano se desplomó un 45% durante la pasada campaña, según los cálculos efectuados por los servicios técnicos de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).
En términos concretos, tal afirmación quiere decir que cada productor valenciano de arroz ingresó en el ejercicio correspondiente a 2009 una medida de casi 788 euros menos por hectárea cultivada que en la temporada precedente, lo que arroja un descenso global de los ingresos en el colectivo arrocero de casi 12 millones de euros.
El desolador balance con que se cierra este último curso obedece a una serie de circunstancias. En primer lugar, los costes de producción experimentaron un apreciable incremento del 12% motivado a su vez por la subida del precio de las semillas, los productos fitosanitarios, los abonos y los tratamientos.
Tal circunstancia, ya de por si muy negativa, se vio considerablemente agravada por la caída de las cotizaciones percibidas por los cultivadores de arroz de tipo “redondo”, que pasaron de los 0,35 euros por kilo pagados en 2008 a los 0,27 euros por kilo el año pasado, es decir, un 25% menos. Al respecto, es preciso recordar y subrayar que la Comisión Nacional de la Competencia ha iniciado los trámites oportunos para investigar el posible pacto de precios a la baja por parte de las industrias arroceras que AVA-ASAJA denunció el pasado mes de septiembre.
Hay que tener en cuenta, además, que las ayudas oficiales establecidas para el arroz se mantuvieron en los mismos niveles que en las campañas anteriores, de tal manera que el impacto negativo que sobre las rentas de los agricultores han tenido la caída de precios y el aumento de los costes habría sido aún mayor sin la estabilidad de ese respaldo adicional.