El simple hecho de mover las frutas y las hortalizas de sitio dentro de los supermercados puede incrementar sus ventas en hasta un 15%. De este modo, un simple cambio puede fomentar un mayor consumo de frutas y hortalizas sin que el consumidor realice ninguna acción consciente.
Así al menos se desprende del estudio llevado a cabo por la Escuela de Medicina de la Universidad de Warwick, publicado por BMC Public Health, basado en los análisis de las compras en una tienda real en la que se cambió la ubicación del producto sin publicidad ni mensajes para alentar a los clientes.
El estudio, realizado en un supermercado de la ciudad de Wawick, situó en enero de 2015 las frutas y hortalizas más cerca de la entrada de la tienda, incrementando su accesibilidad. En abril de 2016, las frutas y verduras se introdujeron en un expositor de refrigeración para que, aunque también a mano, fueran menos accesibles.
Según estos cambios, los investigadores encontraron que en el primero de los casos, los consumidores compraron un 15% más de frutas y verduras que lo que lo hicieron en el segundo caso.
Además, este aumento de las ventas se puede mantener con el tiempo, lo que significa que ayudaría a “mejorar la calidad nutricional de las dietas de los consumidores en un momento en el que es evidente la caída del consumo de frutas y verduras”.