La confianza de los consumidores europeos no ha mejorado en comparación con 2016. Sin embargo, el desfase entre el oeste y el este de Europa en cuanto a la confianza de los consumidores está disminuyendo.
Así, según el Cuadro de Indicadores de los Mercados de Consumo de 2018 publicado por la Comisión Europea, solo el 53% de los consumidores confía en la observancia de las normas de protección de los consumidores por parte de las empresas. En el caso de las mercancías, la cifra es solo ligeramente superior al 59%.
Las telecomunicaciones, los servicios financieros y los servicios públicos (agua, gas, electricidad o servicios postales) siguen siendo especialmente problemáticos para los consumidores en la mayoría de los Estados miembros de la UE.
Asimismo, servicios tales como los de cuidado personal (peluquerías, balnearios), alojamiento vacacional y paquetes vacacionales gozan de un alto nivel de confianza entre los consumidores.
En comparación con 2016, ha habido pocas mejoras, aunque la tendencia se mantiene positiva desde 2010. Las hipotecas y los servicios de suministro de agua, gas y electricidad han mejorado en los dos últimos años, pero siguen contándose (con excepción de los servicios gasísticos) entre los mercados que suscitan menos confianza.
Los mercados de Europa occidental siguen funcionando mejor para los consumidores aunque, por término medio, las mayores mejoras al respecto se han registrado este año una vez más en Europa Oriental. Esto indica que se está cerrando lentamente la brecha este-oeste en el funcionamiento de los mercados para los consumidores. Las actividades actuales de la Comisión y los Estados miembros en materia de calidad dual de los alimentos debería de mejorar aún más la situación a este respecto.
El suministro de internet y los servicios de telefonía móvil siguen siendo los sectores más problemáticos para los consumidores, ya que el 20,3% y el 17,5% de ellos, respectivamente tuvieron problemas al respecto el año pasado. Otros sectores mencionados por al menos el 10% de los consumidores son los siguientes: suscripciones a canales de televisión, servicios de telefonía fija, ventas de TIC y productos electrónicos, ferrocarril y transportes urbanos, automóviles de segunda mano, inmuebles, servicios postales, automóviles nuevos, alquiler de automóviles y servicios de reparación de automóviles.
Los servicios financieros son el sector en el que los consumidores sufren el mayor perjuicio (pérdidas financieras o de tiempo) en caso de problemas. Al menos el 35% de los consumidores con problemas con los seguros de hogar, los préstamos y créditos, hipotecas, suministro de agua y electricidad informa de graves perjuicios como consecuencia de ello. Otros sectores en los que los consumidores tienen problemas e indican perjuicios considerables por ello son los de las compañías aéreas, los productos de inversión y los seguros de automóviles.
Los sectores de bienes inmuebles y automóviles de segunda mano son los que menos confianza inspiran a los consumidores. Solo el 38% confía en la observación de las normas de protección de los consumidores por parte de los prestatarios de servicios inmobiliarios y el 36% lo hace en el caso del sector de los automóviles de segunda mano.
Vera Jourová, comisaria de Justicia, Consumidores e Igualdad de Género, ha declarado que “aumenta la confianza de los consumidores, pero todavía son demasiados los que sufren malas experiencias en determinados mercados, por ejemplo, al comprar bienes inmuebles o un vehículo de segunda mano. En abril de 2018, presentamos un nuevo acuerdo para los consumidores a fin de reforzar la observancia de los derechos de los consumidores y ofrecer a estos nuevos medios para que puedan defenderlos. La posibilidad de emprender una acción colectiva debe aumentar la confianza de los consumidores en la posibilidad de defender sus derechos y alentar a las empresas a observar mejor las normas”.