Según un análisis realizado por Alares y que ha comparado los puntos de vista de consumidores y empleados, en ambos índices se obtienen resultados del 82,5% de media ante la afirmación de que el precio es cada vez menos importante, y se sitúa detrás de la experiencia de compra.
Asimismo, la investigación encuentra coincidencias y diferencias entre los puntos de vista de las personas como consumidores y como empleados. En la primera investigación, no se tiene en cuenta la visión de las personas cuando trabajan para una marca, mientras que en la segunda sí se utiliza su condición como colaboradores de una empresa para sacar conclusiones.
Otra de las coincidencias obtenidas hace referencia a la Responsabilidad Social Corporativa, que también tiene valores muy parecidos tanto para clientes como para empleados y empleadas, ya que importa en gran medida para un 80% de los primeros y para un 85% de los segundos.
Donde sí se encuentran mayores diferencias es en las reacciones que tienen tras la compra. Así, si la experiencia es negativa, un 63% de los encuestados en calidad de clientes no repite con esta marca, mientras que en el caso de los empleados y empleadas que no reiteran se eleva a un 89%. En cambio, si esta vivencia es positiva, los clientes recomiendan la marca en un 65% y, en este caso, un número mayor de colaboradores se preocupa por comunicar lo bueno de las empresas.
Por último, el resultado obtenido de personas que no miran la competencia cuando una firma les agrada, está más igualado, pues se encuentra entre el 43% en clientes y el 54% en trabajadores y trabajadoras.
“Tras estos análisis vemos que los que viven el día a día de las empresas son más inflexibles y exigentes con las compañías que los consumidores, posiblemente por su experiencia tras las compañías. Saben que pueden hacerlo mejor y encuentran rápidamente áreas de mejora”, señala el informe, que añade que, en cambio, la recomendación es más alta por parte de los mismos, ya que conocen el poder del “boca a boca”.