La Sagra Brew, cervecera artesana líder en España, renueva su identidad de marca en un momento vital para la compañía, inmersa en un proceso de crecimiento tras la ampliación de la fábrica, situada en Numancia de la Sagra, Toledo, en 2016 y el acuerdo alcanzado con la multinacional cervecera Molson Coors a principios de 2017.
Para afrontar esta nueva etapa y con el objetivo principal de mejorar su visibilidad en el lineal de las grandes superficies y en los puntos de venta en hostelería, La Sangra Brew ha dado un giro a la imagen de sus tres marcas más vendidas, La Sangra, Burro de Sancho y madrí, apostando por creatividades frescas e innovadoras.
Según ha destacado Carlos García, CEO y fundador de la compañía “este cambio hace evidente la importancia del estilo cervecero. Hasta ahora el consumidor compraba marcas, ahora la tendencia es la búsqueda de estilos”.
En concreto, La Sangra, su enseña más reconocida, adopta un estilo limpio y moderno, con un toque vintage, y con el verde como color principal. El nuevo logo, enmarcado en un cuadrado, traslada mayor solidez y pregnancia, poniendo el énfasis en la importancia del sabor con la incorporación del claim “El sabor es sagrado” en todos los materiales.
Además, La Sangra ha querido apostar por un nuevo packaging en el embotellado, unificando las etiquetas de sus cinco variedades y resaltando el carácter individual de cada una de ellas a través del color: La Sangra Premium (verde), La Sangra Lager (azul), La Sangra Roja (roja), La Sangra Ipa (negra), La Sangra Trigo (amarilla).
Por su parte, Burro de Sancho, evoluciona hacia una imagen más dinámica y canalla con la incorporación de unas gafas de sol al símbolo de la marca y poniendo énfasis en la palabra BURRO. La bacía, que acompaña al diseño desde sus inicios, se mantiene en un claro guiño al Quijote y a Castilla-La Mancha. El cambio, aplicado también a las etiquetas, se adapta a toda la gama con diferencias cromáticas: Burro de Sancho Rubia (verde), Burro de Sancho Roja (rojo), Burro de Sancho Negra (azul), Burro de Sancho Neipa (naranja).
En el caso de madrí, cerveza con espíritu local (+ 218% en ventas de enero a agosto de 2018) el chulapo, distintivo de la ciudad que le da nombre, gana protagonismo transformándose en una ilustración con personalidad propia donde se aprecian más los detalles como el tatuaje de su cuello. El logotipo incorpora además el descriptor “chulapo plisner” en la parte inferior.
La empresa toledana, que facturó 2,5 millones de euros y vendió más de 8.200 hectolitros en su último ejercicio fiscal prevé cerrar 2018 con unas ventas de 11.000 hectolitros, un 33% más que el año anterior.