La Organización de Consumidores OCU solicita una información más transparente sobre el uso de las nanopartículas en la alimentación y que esta aparezca en las etiquetas de los productos para que el consumidor decida. Asimismo, “pedimos más fondos comunitarios para la investigación y el control de esta tecnología tan prometedora”, explican desde la OCU.
“El uso de los nanomateriales en la industria agroalimentaria está cada vez más extendido, sin que seamos conscientes de ello. Aun así, hacen falta más investigaciones para conocer mejor las características de las nanopartículas y poder descartar posibles riesgos para nuestra salud y para el medio ambiente”, aseguran desde la organización.
Los nanomateriales son materiales compuestos por partículas que tienen un tamaño inferior a los 100 nm (nanómetros) y que pueden derivar de casi cualquier sustancia química. A esta escala las características de las moléculas cambian, lo que deriva en un mayor potencial de los materiales. Entre las diversas áreas de aplicación, la industria agroalimentaria es uno de los sectores donde últimamente se está experimentando más con el potencial de los nanomateriales en busca de nuevos usos o mejorar los ya existentes.
En la actualidad, las principales aplicaciones de las nanopartículas en la industria agroalimentaria son los aditivos alimentarios y los materiales que se encuentran en contacto con los alimentos. Además, se está estudiando y experimentando si pueden servir para otros usos como, por ejemplo la agricultura para distribuir productos agroquímicos y fertilizantes de un modo más eficaz, así como para realizar tareas de control biológico.
En el sector de los envases se están llevando a cabo estudio sobre el uso de nanomateriales para fabricar envases aportándoles interesantes propiedades como el ser antimicrobianos y antifúngicos, la detección de microorganismos dañinos o la monitorización/control/seguimiento de la temperatura y la humedad del alimento.
Sin embargo, el sector de la nanotecnología es un escenario muy cambiante y en continua evolución, además todavía no existe una normativa europea única que recopile un informe completo sobre el empleo de los nanomateriales en el sector alimentario.
“Si bien es cierto que el número de beneficios que podemos obtener de los nanomateriales es cada vez mayor gracias a los nuevos usos que se están descubriendo, todavía no se han hecho suficientes investigaciones sobre los riesgos que pueden entrañar para nuestra salud”.