La multinacional Heineken ha registrado un beneficio neto atribuido de 950 millones de euros en el primer semestre del año, lo que supone un incremento del 9,1% en comparación con el mismo periodo de 2017.
En concreto, hasta el mes de junio la compañía ha obtenido unos ingresos netos de 10.777 millones de euros, lo que supone un 4,2% más que en el primer semestre del pasado año. En términos orgánicos el crecimiento fue del 5,6%.
Por regiones, la facturación de la cervecera en Europa alcanzó los 5.016 millones de euros, un 2% más, mientras en América los ingresos crecieron un 15,4%, hasta 3.259 millones. En Asia Pacífico las ventas netas bajaron un 2,5% hasta los 1.375 millones.
Según ha destacado Jean-FranÇois van Boxmeer, presidente de la Junta Ejecutiva y CEO de la empresa, "la línea principal entró fuerte en la primera mitad, con un crecimiento de los ingresos netos orgánicos en todas las regiones. Europa volvió a crecer en el segundo trimestre, mientras que las otras regiones mantuvieron su impulso positivo. La marca Heineken creció fuertemente en un 7,5%. El margen fue inferior al del año anterior debido principalmente a la consolidación de Brasil Kirin, los efectos cambiarios adversos y los mayores costos de los insumos”.
En cuanto a las previsiones, ha adelantado que “en la segunda mitad, esperamos una continuación de nuestro crecimiento de los ingresos y una aceleración de nuestro crecimiento de los beneficios operativos sobre una base orgánica. Continuamos invirtiendo de manera constante detrás de nuestras marcas, innovaciones, plataformas de comercio electrónico y estrategia comercial. Para todo el año, dada la marcada aceleración de nuestro negocio en Brasil con márgenes aún por debajo del promedio del grupo y el impacto negativo de las monedas, ahora esperamos que el margen de utilidad operativa disminuya en aproximadamente 20 puntos básicos.