La Asociación Interprofesional de Limón y Pomelo (Ailimpo) estima una producción de limón en España de 1,3 millones de toneladas para la campaña 2018/2019, lo que supone un incremento desigual en las dos variedades españolas, Fino y Verna. Con estos datos, España continuará siendo el principal suministrador de referencia de limón fresco en el mercado europeo, y el segundo país procesador a nivel mundial.
En el caso de la variedad Limón Fino, que se empezará a recolectar en septiembre, se estima un aumento del 14% debido a las buenas condiciones de floración y cuaje que explican el mayor número de frutos por árbol, y además al efecto de la entrada progresiva en producción de las nuevas plantaciones realizadas en los últimos años. De esta forma, se prevé alcanzar una cifra de producción de 920.000 toneladas que será confirmada en función de la disponibilidad de agua en verano y las lluvias de otoño.
En cuanto al limón Verna, la primera previsión apunta a una cosecha de 380.000 toneladas, lo que supone un importante aumento del 90% respecto a la última campaña en la que la producción fue muy escasa y anómala, (un 38% más comparados con las dos últimas campañas, y un 9% comparado con la campaña 2016/2017).
“Esta cifra de producción de limón Fino permitirá incrementar las exportaciones a mercados extracomunitarios, un aumento del volumen procesado y mantener un nivel de oferta similar al de la campaña pasada en los mercados de la UE”, aseguran desde Ailimpo.
Además, disponer de este volumen de cosecha en las dos variedades permitirá mantener la actividad prácticamente todo el año, y relanzar las exportaciones a mercados terceros fuera de la UE como Medio Oriente, Canadá o Brasil, avanzando en la diversificación de mercados iniciada por el sector exportador hace unos años. Con esta estimación de cosecha, la industria de transformación de limón en zumo, aceite esencial y cáscara deshidratada prevé normalizar la industrialización de limón, actividad en la que España se sitúa en segundo lugar en el ranking mundial y que juega un papel clave en la regulación de la oferta y en el equilibrio del mercado.