El estudio GfK Clima de Consumo para Europa correspondiente al segundo trimestre de 2018 muestra un mayor optimismo entre la población, no sólo en cuanto a las previsiones económicas del país, sino en sus propios hogares, algo que no ocurría de forma tan destacada desde 2011.
De hecho, “analizando los datos por meses, se ve cómo se producen de manera escalonada incrementos en la confianza en todos los indicadores hasta tomar impulso en junio cuando se consiguen valores muy superiores al trimestre anterior”, señala el informe.
Estudiando uno por uno cada indicador, en el segundo trimestre no sólo España recupera el optimismo en sus expectativas económicas, sino que se acerca a valores similares al pasado año (25 puntos en diciembre), aunque eso sí, muy alejados de los 51 puntos obtenidos en diciembre de 2015.
Hay que tener en cuenta que el país viene de sufrir el trimestre pasado la mayor caída (10 puntos) entre los 16 países analizados en relación con la marcha de la economía, a pesar de que el crecimiento esperado del PIB para 2018 continuaba siendo el más potente de Europa (2,8%). En junio, ocurre lo contrario, España es el país cuyo optimismo crece más, superando incluso a Francia o Alemania, ambos con caídas de 20 y 23 puntos, respectivamente.
Teniendo en cuenta que las cifras macroeconómicas no han sufrido variaciones y que la recuperación económica, en términos de PIB, lleva instalada en el país durante meses, la única disrupción para este cambio se puede asociar al nuevo Gobierno y a los discursos ofrecidos en los primeros días de mandato.
Los primeros días del nuevo Gobierno también han podido repercutir directamente en otro indicador, el de expectativas de ingresos. El hecho de mantener los Presupuestos Generales del gobierno anterior, la reactivación del Pacto de Toledo, la materialización de los acuerdos en materia salarial entre sindicatos y patronal, o los mensajes a favor de reducir la brecha salarial han contribuido con bastante seguridad a mejorar la confianza de la población en obtener mayores ingresos.
Y es que el indicador se ha situado en los 17 puntos, tras un crecimiento de 15 puntos este trimestre, el mayor incremento de todos los países analizados y tras la debacle de los primeros tres meses del año cuando se situó en solo dos puntos. Se acerca con este repunte a valores de noviembre del pasado año cuando obtuvimos 16 puntos.
Directamente relacionado con los ingresos, está el indicador de disposición a comprar que regresa a valores positivos, después de recuperar seis puntos en solo tres meses, todo un logro, dado que en los últimos años sólo habíamos conseguido estar en positivo durante septiembre de 2017, después de seis años en valores por debajo de cero.
Aún después de esta subida, muy importante considerando el pasado reciente, España sigue mostrando unas expectativas de gasto bajas en relación al resto de Europa: 12 de los 16 países incluidos en este estudio aventajan a España y sólo supera a Rumanía (+1), Reino Unido (-5) y Grecia (-26). El alto nivel de ahorro en España y el poco interés por el gasto hace pensar que todavía la población se siente poco confiada en asumir gastos más allá de los necesarios.